Los
políticos han hecho de su vocación una profesión muy lucrativa, que les
invalida para ejercer de políticos.
Vaya
contrasentido pensaran algunos de mis lectores, pues no es desgraciadamente muy
claro el sentido de la anterior frase, verán: El Político, en mayúsculas, deberia
ser una persona (hombre o mujer) que guiado por su afán de vocación de servicio
a sus vecinos, congéneres, ciudadanos y en definitiva a la sociedad, decida
bien por iniciativa propia, o por consenso de otras personas, situarse al
frente de la sociedad para guiarlos hacia logros de diferente calado social y
humano, sin recibir favor ni recompensa material alguna y sabiendo que su
servicio no es indefinido ni impuesto.
Es evidente
que cuando hablo de recompensa material, no me refiero a la remuneración lógica
que debe todo político recibir por su dedicación y trabajo, durante el tiempo
que este desempeñando su gestión pública,
que no hay que confundir con la función
pública, que esto es otra cosa, la función pública recae en los
Funcionarios los cuales, si son trabajadores con sueldo y trabajo indefinido.
Esto diferencia se ha maleado hasta extremos inviables. Hoy los hombres y
mujeres han descubierto que hacer de políticos, es una forma de empleo, muy
bien remunerada y punto, y se han creado las industrias de hacer de políticos
llamadas PARTIDOS POLITICOS.
Así las
cosas lo que ocurre, es que la gestión
pública ha pasado a ser un producto manufacturado por los partidos políticos, con el fin de emplear
sus personas y obtener como toda empresa beneficios. Así podemos ver las
incongruencias que se inventan los partidos y sus trabajadores, para crear
productos facturables y pagados por la sociedad en donde ejercen su mercado
(Impuestos absurdos, planes ineficaces, gastos astronómicos etc.).
La sociedad
debe exigir o intentar cuando menos que esto termine, de lo contrario todo
acabara mal y sin darnos cuenta volveremos a regímenes totalitarios otra vez,
donde unos pocos mandan y otros muchos obedecen, les suena esta música, pues
eso.
Hay que
desvincular la “Gestión Política”,
de la “Función Pública”, lo más
deprisa posible y esto no es difícil, hay simplemente que marcar hasta que
nivel de gobierno es Gestión Política,
y desde donde es Función Pública,
una vez esto claro, las cosas se regulan y ordenan, los primeros marcan,
líneas, ideas, cambios, proponen iniciativas, regulan leyes, aprueban los
presupuestos, que la sociedad les
proponga, y de acuerdo a sus ideas e ideales regulando la política de la
sociedad, durante el periodo que el pueblo decida y les permita , y cuando
termine ese mandato se acabo , ha seguir con su vida , como persona normal y no
como ahora que lo normal es que pasan a desempeñar cargos administrativos
propios de Funcionarios públicos y siguen dando vueltas y vueltas por los
mismos u otros ministerios sin salir del mundo político.
La Función Pública es la que debe hacer
funcionar y poner en orden natural y administrativo lo que los políticos planifiquen
cambien o añadan a la organización del estado, para que todas estas funciones
normas ordenes etc. sean utilizadas y puestas al servicio de la sociedad. El
político no tiene que pasar a desempeñar empleos de Función Pública, cargos de alta dirección, secretarías, etc. No
porque lo que ocurre con esto es que los políticos o ex políticos, como no
dejan de estar influyendo en la ejecución pública aun a sabiendas de que no
tienen mandato legislativo, contaminan toda la gestión, ya que siguen
funcionando mas como miembros de la Empresa Política (partido) a la que
pertenecen, y no al cargo neutral de Funcionario
Público.
Ponen palos
en las rueda de la gestión de los que están arriba, en estos momentos, porque
en muchos casos los que en estas circunstancias mandan no son de su partido ni
de su ideología política, cizañaran y emponzoñaran, con él, para ellos licito
fin, de volver a mandar en las siguientes legislaturas y seguir obteniendo más dinero
público y así cada vez son más y peor va la sociedad, a la que en teoría
debieron servir sin esperar más allá del reconocimiento público.
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