Es muy lamentable ver como la independencia de Catalunya ha
muerto antes de nacer, no sé si ha sido la sociedad independentista, los políticos
independentistas, las asociaciones civiles independentistas, o todos a la vez, pero
la realidad es que Catalunya ha abortado el embrión de independencia que estaba
gestando. Catalunya no ha podido aguantar el peso del incipiente feto independentista
que llevaba en su interior, en el momento en que este había cogido un cierto
tamaño y parecía seguir su gestación esta se ha venido abajo y Catalunya ha
expulsado de su interior la futura independencia. Todos los padres y madres que
se apuntaban la paternidad de la futura criatura han desaparecido para no
asumir ninguna culpa de nada y todo se ha venido abajo, que pena.
Ahora ya podemos intentar pasar la cuarentena de rigor que después
de un aborto incipiente y espontaneo se aconseja medicamente mantener, antes de
intentar volver a intentar reemprender otra gestación, pero ya no va a ser
posible, no por una cuestión física sino por una cuestión moral, el desastre ocasionado
en el espíritu paternal de los apenados padres es tan enorme que ya no se
plantean en absoluto hacer nada para preñar otra vez de ilusión independentista
a Catalunya.
Catalunya ha quedado rota y destrozada psíquicamente, su situación
vital esta tan baja que no va a aceptar mientras tenga memoria de lo que ha
pasado en este aborto, que se la preñe de nuevo por mucho que le gustaba llegar
a ser madre de una pequeña nación. No la molesten más por favor, no la recuerden
lo sucedido, no la intenten conformar diciendo que no tiene por qué pasar otra
vez lo mismo … ¡no se lo va a creer! Y es que a partir de ahora cualquier
intento de repetir una nueva gestación será rechazada de plano.
Catalunya se ha dado cuenta que no tiene padres para su
pequeña independencia y esto es de lo que no se va a olvidar, no del mayor o
menor dolor físico del aborto, es más, vista la situación real de como ha
quedado de desunida la familia, lo pasado es una suerte porque la pregunta es
clara ¿Qué hubiésemos hecho con la criatura? No hubiésemos sabido ni cambiarle
los pañales ya no digamos darle el pecho para amamantarla y criarla.
Al final uno se da cuenta que Catalunya ha sido más bien violada,
que no engendrada con amor, no ha habido un padre, sino que han querido serlo
muchos, y al final la realidad es que nadie ha podido afrontar la
responsabilidad de serlo. Y Catalunya, sola y vilipendiada por muchos y
defendida por nadie no ha podido tirar adelante el costoso embarazo de 18 meses
que se le diagnosticó.
Se terminó de mala manera el embarazo y no solo eso, sino
que los que querían hacer de padres se han ido a cortejar a otra patria que, al
parecer, aunque decían que no la querían era solo para enamorar a Catalunya y
que esta se dejase cortejar … pero al final que ha pasado, la han abandonado y se
van corriendo a ver si pueden volver a gozar de los encantos y promesas de
goces infinitos que les pueda dar la patria, que querían dejar por la joven e
inocente Catalunya.
Quiero dejar muy claro que no nos merecemos en absoluto que
Catalunya haya tenido que soportar el daño que la hemos infringido todos,
porque al final todos tenemos que sentirnos unos indeseables que hemos sido
capaces de cortejar y enamorar durante más de tres años a una joven y hermosa Catalunya,
prometiéndole crear una familia feliz solo con ella, fuera de la rigidez y del
mal carácter de sus digamos padres y cuando habíamos conseguido hacer lo que queríamos
con ella, hemos tenido miedo de los suegros y de la responsabilidad de crear
una nueva familia que Catalunya nos perdone no la merecemos.
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