El resultado de las recientes elecciones generales en
España ha sido “todo lo confuso que podría ser", imposibilitando por lógica
política cualquier alianza de Gobierno entre dos partidos más allá de una
"no plausible" coalición entre PP y PSOE, según The Wall
Street Journal, que considera que las reformas que necesita el país ahora
parecen más lejanas que nunca. De todas maneras, yo como español no me tiraría al
fuego del infierno porque la verdad es que la política en España es muy de España
y lo que parece imposible al final es posible gracias a las infinitas
posibilidades de “pagar” posiciones de privilegio en el entramado del estado
español.
Las reformas que España necesita ahora parecen más
lejanas que nunca, la incertidumbre política creada en el país no tiene fácil arreglo,
pero la política del BCE con la compra de bonos mensuales no hará visible la problemática
situación en el corto plazo, otra cosa será cuando el BCE cambie de política expansiva
a la normal y deje de comprar bonos". De momento a pesar de las incógnitas
de la política, España se beneficiará del blindaje proporcionado por el Banco
Central Europeo (BCE), cuyo programa de compra de bonos soberanos ha reducido
el interés de la deuda española a diez años por debajo del 2%.
Pero España no puede contar con un BCE que compre sus
bonos para siempre y ninguno de los cuatro principales partidos en España
presentó durante la campaña electoral una batería de medidas integrales para
abordar los retos de la economía española, incluyendo la rigidez del mercado
laboral, el predominio de las pymes en el panorama empresarial español, así
como los bajos niveles de inversión y productividad, la escasez de innovación y
los pobres resultados del sistema educativo.
Además de todo esto parece que se da por hecho que España
continuara contando con la economía catalana y este asunto es mucho más
peligroso que el desconcierto político actual para la estabilidad de la economía
de España, estamos a solo un día de que la CUP llegue a la conclusión de que
vale la pena apoyar la investidura de Artur Mas para la presidencia de Catalunya
si esto es así, las cosas cambiaran de golpe, todos veremos como las diferencias
de los cuatro partidos “ganadores” de las elecciones españolas se pondrán de
acuerdo como por arte de magia con tal de tener algo que gobernar porque si Catalunya
culmina su independencia todos saben aunque nadie quiere ni pensarlo que España
tendrá muchas dificultades para reequilibrar su economía y mantener su deuda.
Es cierto que España no es Grecia y ninguno de los cuatro
principales partidos pretende repudiar las obligaciones de la deuda soberana, "incluso
Podemos moderó su discurso al respecto antes de las elecciones" pero como decía
antes no es cuestión de querer sino de poder, si Catalunya consigue por fin su
estabilidad de gobierno para empezar el proyecto de su independencia y España sigue
negándose a encontrar una solución razonada que lleve a una especie de unión más
o menos temporal o indefinida pero de igual a igual es decir entre un estado
español y una república catalana, que ayude asumiendo una proporción de deuda
española, España no podrá defender sus mil millones de euros de deuda con un
PIB de unos ochocientos mil millones y con las estructuras productivas que le quedarían
en su territorio.
Es posible que el actual círculo virtuoso (pero muy
endeble) de crecimiento de las exportaciones, reducción del desempleo y aumento
del gasto de los consumidores descarrile por la búsqueda de un nuevo Gobierno, pero
no lo duden si descarrilara si hay un verdadero choque de trenes entre España y
Catalunya. Porque si esto ocurre Catalunya se llevaría la productividad y España
se quedaría con la deuda, es un panorama que no conviene creo yo ni a España ni
a Catalunya.
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