Ustedes saben que el Presidente del Gobierno, Mariano
Rajoy, y todo el PP han confiado sus posibilidades de seguir gobernando España a
su gran acción para la recuperación económica. A la espera del veredicto de los
españoles el 20-D, los organismos internacionales no le han dado la bendición
que buscaba. Tras el toque de atención de la Comisión Europea, el FMI sugiere
que la mejora económica actual se debe en gran parte a las condiciones externas
favorables, que arrastran a algunas cifras de la macroeconomía española pero
que no llega a activarla a nivel general.
El ritmo de las reformas se ha frenado mucho en la segunda
mitad de la legislatura. Tanto es así que el FMI considera a España como
ejemplo de país donde el escenario político se convierte en un
"riesgo" por la pérdida de interés por continuar con los ajustes. Yo diría
que en parte tienen razón, pero el problema es que juzgan este hecho como
anormal cuando los españoles sabemos que es siempre igual los gobiernos de España
arrancan con fuerza sus legislaturas, pero solo para destruir y cambiar lo que
hizo el antecesor una vez conseguido el gobierno que gobierna no sabe muy bien
que hacer y se para o se pierde en acciones sin sentido.
Los altos funcionarios del fondo están al tanto de las
últimas encuestas en España. Por eso miran con cierta preocupación el
ecosistema preelectoral, ya que temen que las urnas puedan traer un Gobierno
con dificultades para continuar con la empinada senda de las reformas. Las
mismas fuentes subrayan que no quieren ser "demasiado negativas" con
España, debido a la visible mejora que ha conseguido en el último periodo, con
un crecimiento entre los más altos de Europa y un desempleo que decrece.
La institución predijo en el mes de julio que la economía
española sería la que más crecimiento registraría este año entre los países
avanzados, con un 3,1%. Sin embargo, aunque el FMI indica que algunas reformas
han podido traer beneficios, los altos representantes apuntan a que la
recuperación ha cabalgado principalmente sobre las medidas del BCE (sobre todo
la compra de bonos), la caída de los tipos de interés y el petróleo barato.
La influencia de estos factores externos es tan
significativa en el caso de la economía española que desde el fondo se
preguntan si en un entorno diferente nuestro país podría haber conseguido
registros similares o al menos semejantes. Entre las recomendaciones que
incluyó el fondo el pasado verano para reducir el alto nivel de desempleo en
España, una de sus principales preocupaciones, se incluye la reducción de
impuestos para la contratación de las personas menos cualificadas, mejorar las
políticas activas de empleo y los servicios de colocación, o la llamada a la
moderación salariar en las empresas, yo diría que solo se ha hecho esta última
y es más, se ha hecho por obligación porque no hay manera de levantar el
consumo y la productividad y las empresas solo tienen como recurso el reducir
salarios para mantener unos costes que cada vez son más difíciles de cubrir.
Las dudas del fondo sobre la verdadera magnitud del
ajuste español se suman a los avisos que lleva dando la Comisión Europea a
Madrid en estas últimas semanas, ya fuera con ocasión de su veredicto sobre el
presupuesto español para 2016, su informe sobre los indicadores macroeconómicos
o la última revisión tras el rescate al sector financiero. Bruselas y
Washington apuntan a la misma raíz: España no ha realizado el suficiente
esfuerzo estructural en los ajustes y reformas, lo que al final se ha reflejado
en “Un
endeudamiento que no para de subir,
un desempleo aún en niveles
estratosféricos y un racimo de desequilibrios macroeconómicos y estructurales,
que ilustran el largo recorrido que le queda a la economía española para
sanearse, más allá de la cifra de crecimiento actual”.
El caso español ejemplifica el agotamiento reformador que
el FMI también detecta en otros socios europeos, y que es uno de los
principales riesgos que detecta para la UE en el horizonte. Esto es tan cierto
como cuando señalan que los primeros años de recuperación española no fueron más
que la inercia de la economía mundial que arrastro a la economía de la UE y con
ella a la española. Por la misma razón ahora cuando ya cada vez es más claro
que la UE no arranca, que se ha quedado descolgada de los mercados económicos influyentes
en el mundo de hoy, (Asia pacifico, China y los EEUU) todas las economías europeas
especialmente las desindustrializadas como España Grecia y Portugal se están
cayendo al pozo de la crisis otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario