martes, 19 de julio de 2011

QUE HACEMOS CON EL EXCESO DE POLITICOS

Los políticos han hecho de su vocación una profesión muy lucrativa, que les invalida en muchos casos para ejercer de políticos.

Vaya contrasentido pensaran algunos de mis lectores, pues no es desgraciadamente muy claro el sentido de la anterior frase, verán: El Político, en mayúsculas, debe ser una persona (hombre o mujer) que guiado por su afán de vocación de servicio a sus vecinos, congéneres, ciudadanos y en definitiva a la sociedad, decida bien por iniciativa propia, o por consenso de otras personas, situarse al frente de la sociedad para guiarlos en bien, hacia logros de diferente calado social y humano, sin recibir favor ni recompensa material alguna, solo eso si el reconocimiento de sus conciudadanos y sabiendo que su servicio no era indefinido ni impuesto, este tipo de personajes fueron los que implantaron la democracia.

Es evidente que a medida que fueron cambiando las circunstancias y la sociedad al político se le tuvo que sumar una remuneración lógica que le permitiese dedicarse en exclusiva a su cargo y trabajo durante el tiempo que esté desempeñando su gestión pública. Que no hay que confundir con la función pública,  esto es otra cosa, la función pública recae en los funcionarios públicos los cuales, si son trabajadores con sueldo y trabajo indefinido obtenido y ganado por oposición. Esto hoy se ha confundido  hasta extremos inviables. Hoy  hombres y mujeres han descubierto que hacer de políticos, es una forma de empleo, muy bien remunerado e indefinido, y se han  creado innumerables factorías de políticos llamadas  PARTIDOS POLITICOS.

Así las cosas lo que ocurre, es que la gestión  pública la política en una palabra, ha pasado a ser un producto manufacturado por los partidos políticos, con el fin de emplear a sus políticos y obtener como toda empresa beneficios. Así podemos ver las incongruencias que se inventan los partidos y sus trabajadores, para crear productos facturables y pagados por la sociedad en donde ejercen su mercado (Impuestos absurdos, planes ineficaces, gastos astronómicos etc.). y cargos muchos cargos que si diputado que si senador, que si director general y uno muy importante el de ex…

La sociedad debe exigir o intentar cuando menos que esto termine, de lo contrario todo acabara mal y sin darnos cuenta volveremos a regímenes totalitarios otra vez, donde unos pocos mandan y otros muchos obedecen, les suena esta música, pues eso. Cuanto tiempo lleva el Sr. Rajoy haciendo política, o el Sr. Duran, o el Sr Bono posiblemente más de veinte años, que plantilla de políticos debe tener el PP o el PSOE o IU, les juro que me gustaría saberlo, y no estoy hablando de militantes no estoy refiriéndome a empleados políticos con sueldo incluido.

Hay que desvincular la Función Política, de la Función Pública, lo más deprisa posible y esto no es difícil, hay simplemente que marcar hasta que nivel de gobierno es Función Política ,y desde donde es Función Pública, una vez esto claro, las cosas se definen espléndidamente los primeros es decir los políticos marcan, líneas, ideas, cambios, proponen iniciativas, regulan leyes, aprueban los presupuestos en una palabra gobiernan, de acuerdo a sus ideas e ideales dirigen la política de la sociedad, durante el periodo que el pueblo decida y les permita con sus votos , y cuando termine ese mandato se acabo , ha seguir con su vida , como persona normal, La función pública trabaja para que las sociedades funcionen de acuerdo a las directrices de los políticos.

El político una vez terminada su etapa electiva no tiene por que pasar a desempeñar empleos de Función Pública, cargos de dirección, secretarías, etc. No porque lo que ocurre con esto es que estos ex políticos, como no dejan de estar en lo político, contaminan toda la gestión, ya que siguen funcionando como miembros de la Empresa Política a la que pertenecen, y no al cargo neutral de Funcionario Público. Y estos elementos llamémosles político-funcionarios. Ponen palos en las rueda de la gestión de los que están ejerciendo la política, en estos momentos, cizañaran y emponzoñaran, con él fin , para ellos licito, de volver a mandar y ganar dinero público y así cada vez son más y peor va la sociedad, a la que en teoría debieron servir sin esperar más allá que el reconocimiento público.
En estos momentos de crisis en que se debe de recortar casi todo esta es una lacra que nos cuesta muchisimo dinero y que no para de crecer, se crean nuevos partidos que no son mas que escisiones de las viejas y eternas ideas, las siglas se multiplican los gobiernos se complican, los pactos se eternizan y al final las sociedades lo pagan y caro muy caro.

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