sábado, 19 de mayo de 2012

AL PP SE LE TERMINAN LOS CULPABLES, LA CULPA ES YA DE LOS ELEMENTOS



El Gobierno español, afronta una crisis de confianza entre los nerviosos inversores y los gobiernos europeos incluida por supuesto la propia comisión europea, tras admitir el viernes por la noche que el déficit público de 2011, fue mayor de lo que previamente se había dicho por el ajuste de las cuentas en tres autonomías, todas ellas para mas escarnio gobernadas por el partido del gobierno. España revisó el déficit público de 2011 al 8,9 por ciento del Producto Interior Bruto, desde una cifra previa del 8,5 por ciento del PIB, una cifra bastante superior al objetivo original del 6 por ciento, lo que supone un revés para el presidente del Gobierno, que ha había culpado en buena parte a los socialistas de la incapacidad para controlar las cuentas.

Eso es un desastre mayúsculo y va a dar un golpe muy serio a la credibilidad de España. No me sorprendería si vemos un nuevo salto cualitativo en la prima de riesgo el lunes. Es lo peor que podría pasarnos en este momento, el rendimiento que España paga por los bonos a diez años ha crecido hasta niveles no vistos en la última semana esta en cifras consideradas insostenibles, en medio de las preocupaciones sobre el sector bancario, y la posibilidad de que Grecia pueda verse forzada a dejar la zona euro, España puede recibir un mayor castigo todavía por parte de los mercados internacionales, máxime si estos entienden que han querido ser engañados.

El Gobierno aseguró el viernes, tras presentar los datos revisados, que el país cumplirá con sus objetivos, pero esto será imposible sin condenar a la economía a una recesión más profunda. La economía española ha estado en recesión, o estancada, desde que estalló la burbuja inmobiliaria hace cuatro años y pese a las previsiones de que el PIB se contraerá un 2 por ciento este año, el Gobierno ha aplicado profundos recortes para cumplir con los objetivos fiscales fijados por Europa, objetivos que no se están cumpliendo sino que se amplía cada vez más el déficit estructural del estado.

La credibilidad de la política fiscal ha quedado hecha añicos, no porque el Gobierno esté evadiendo sus responsabilidades, sino porque no es factible el ajuste fiscal que se está exigiendo cuando la economía está en recesión, y el gobierno es como una escopeta de feria, que hierra el tiro cada vez que dispara una propuesta o una medida económica, Rajoy ha aprobado medidas de austeridad por alrededor de 45.000 millones de euros para reducir el déficit al 5,3 por ciento del PIB este año, y se verá forzado a hacer más recortes el próximo año para alcanzar un objetivo del 3 por ciento del PIB, cifras ambas, que son imposibles de conseguir con un PIB en recesión, con un desempleo que tiene un coste anual de 50.000 millones de euros, y con un coste de deuda al 6% que seguramente subirá.

La desviación del déficit, heredada del Gobierno socialista anterior, que perdió en las urnas en noviembre pasado, el PP insiste que se debió en parte al gasto de las 17 comunidades, que representan alrededor de la mitad del total de gastos, pero esto es mentira quizás cuele en Europa porque ellos no entienden que significa eso de comunidad autónoma, pero alguien algún día les explicara que las comunidades autónomas hoy, solo son delegaciones del gobierno disfrazadas de gobiernos semi federales, pero que no llegan ni a eso. Lo que las comunidades autónomas gastan es lo que el gobierno central les da, para administrar los servicios que prestan a la sociedad, ya que exceptuando el País Vasco y Navarra ninguna mas tiene hacienda propia.

El único ahorro que significaría su supresión, seria en costes de carácter de personal y algunas de las locuras de sus dirigentes de altos puestos políticos y de algunos miles de funcionarios, pero los primeros deberían pasar a engrosar las nominas del estado o de los partidos políticos, y los segundos al desempleo, con lo que el gasto seguiría en el país, desde aquí hay ahora muchas corrientes de opinión que aducen la bondad de reconsiderar el estado autonómico, yo estoy de acuerdo pero no tanto por lo que signifique en ahorro de costes, como en la mayor facilidad de gestión y control, es una locura tener una comunidad como Álava con 200 habitantes  con el mismo complejo tratamiento que Catalunya por ejemplo con 7,7 millones de habitantes.

España está mal muy mal y el gobierno de Rajoy y su partido no saben por dónde salir, esta es la realidad, y le echan la culpa a los bancos, a las comunidades autónomas, al PSOE, a la UE y al BCE, ya solo le falta cómo hizo en su día Felipe II  darle la culpa a los elementos.

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