miércoles, 2 de mayo de 2012
SI NOS PARAMOS A VER LAS COSAS SIN ORGULLO PATRIO LO ENTENDEREMOS
No
hay salida decía en uno de mis TT esta mañana y es así y debemos comprenderlo,
de lo contrario nos vamos a morir de sufrimiento y de rabia, creo que hay
suficientes motivos para dar por acabada la etapa de la España europea y hay
que volver a poner las cosas donde no las deberíamos haber sacado.
Verán
voy a contarles un cuento para que comprendan que quiero decir. España salió de
una sociedad cerrada y acomodada a una vida de barrio sencilla en la que se había
establecido durante la dictadura de Franco.
El
barrio tenía sus colmados sus bares, sobre todo bares, sus cines de dos películas
por sesión, unos cuantos talleres de mecánicos y carpinteros, unos obreros autónomos,
fontaneros pintores, en fin una economía sencilla que daba para comer y
vivir sin lujos pero dignamente, también coexistían en el vecindario unos
afortunados vecinos que los denominaban ricos, y otros pocos pobres de limosna.
Curiosamente no habían Bancos solo una o dos cajas de ahorros, para ir al Banco
había que desplazarse al centro y es que tampoco se usaban mucho, recuerdo que
los recibos de la luz y demás energías quien las tenia, se cobraban a
domicilio.
De
pronto España decide pedir ingresar en la Europa Comunitaria y esta le da el plácet
para que lo haga, y he aquí que España se cambia de barrio y se pone a vivir en
un lugar de mucha más envergadura y de mucho mas nivel económico, y se
encuentra con unas servidumbres y unas obligaciones que antes no tenía, debe
vestir mejor, debe plantar jardincitos en las calles, debe construir con mas
lujo y servicios, los cines ya no hacen dos películas pero son más caros, los talleres
se mueren porque llegan a instalarse grandes empresas, todas ellas extranjeras,
que bueno resultaban que ya no lo eran porque todos vivíamos en el mismo barrio,
Europa, aumentan los bares, eso si que no lo cambiamos y aparecen los restaurantes,
los hoteles, las inmobiliarias, y los bancos casi tantos como bares.
Al
principio todo fue muy bonito, los jardines, la tecnología, las tarjetas de
credito, cobrar y pagar por el banco, maravilloso lástima que ni el gobierno ni los habitantes del lugar, se
dieron cuenta que en los barrios vecinos la gente ganaba casi el doble que los
españoles, y que con ello tenían que pagar el doble de impuestos, lo que les permitía
tener los jardines verdes bien regaditos, y permitía tener más y mejores
condiciones de las que jamás habíamos vivido. Aquí empezamos a engañarnos todos,
por supuesto en primer lugar los que debían dirigir el cambio de vida, pero también
la sociedad que no solo no se dio cuenta de ello, sino que exigía más y más
cada día, incluso más que lo que disfrutaban sus vecinos ricos.
Qué
bonito fue, la verdad es que hemos pasado unos años maravillosos disfrutando de
lo que no teníamos ganado ni consolidado, hasta que llego la hora de pagar y aquí
se acabo todo, de donde sacamos lo que nos han dejado para instalarnos aquí, como
pagamos todo esto si no tenemos riquezas propias, si todo lo que nos da trabajo
nos presta dinero etc. es de los vecinos, y claro está, los vecinos al ver que
no pagamos ni podemos pagar, se apartan de nosotros al igual que nosotros haríamos
de los indigentes arruinados.
Los
efectos son demoledores porque mientras duro la farsa, España se lo creyó, y
creo de la nada y con dinero ajeno Empresas y Bancos a imagen y semejanza de
las instaladas tras años y años en los barrios vecinos, y como pronto se dieron
cuenta que no había tanto negocio en el barrio para ser tan grandes, se fueron a
establecerse y hacer negocio a los barrios pobres de Iberoamérica, allí se
repite la historia, mientras España invertía y gastaba todo va bien, pero
cuando ya la realidad sale a flote y se dan cuenta que no hay más que invertir,
sino que lo que hay es una expoliación para mantener en lo que se pueda en el
lugar de origen, nos echan así por las buenas, porque nosotros los españoles,
no podemos hacer como nuestros vecinos que no los echamos, sino que se marchan dejándonos
abandonados a nuestra suerte.
No
debe de extrañarnos, no debemos hacernos mala sangre, lo que ocurre es natural nosotros haríamos lo mismo, lo malo es que ya
no tenemos nada ni a nadie a quien expropiar, y llegado este punto, deberíamos ir
pensando en cambiar otra vez de barrio y volver al nuestro, aquel que nos permitía
comer de bocadillo, ir al cine a ver dos películas por el precio de una, y el que nos permitía tener la economía que éramos
capaces de generar por nuestros propios
medios.
La
historia se acabo, si la releen una y otra vez verán que es sencilla de
entender y que es la única verdad de nuestra España, de 1950 a hoy, no ha
cambiado nada en absoluto, nada es nuestro, nada hemos creado más que deudas, orgullo,
y decepción, y eso si desempleo muchísimo desempleo, porque hubo un tiempo que
nos pensamos que éramos el milagro europeo, hasta que vino Europa y nos abrió los
ojos diciéndonos: Bueno todo esto lo tienes que pagar, habrás recogido dinero y
aprovechado el empujón verdad. Pero no lo hemos hecho y ahora que, ahora como
siempre que si el PP que si el PSOE, no amigos míos ni uno ni otro, los dos a
la vez y más si los hubiésemos puesto a gobernar, que pena pero lo cierto es que España es diferente y esto resulta muy
caro y desmoralizador.
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