sábado, 22 de noviembre de 2014

ESPAÑA Y LA NUEVA SANTA INQUISICION ¿Quién ES TORQUEMADA? RAJOY O TORRES DULCE



La caza de brujas ha comenzado ya muy en serio es España otra vez, volvemos a aquellos tiempos en que lo que no se comprendía o lo que no se ajustaba al orden establecido era herejía y se quemaba en la hoguera si o si volvemos a aquellos “no juicios” celebrados para justificar venganzas odios temores e incomprensiones juicios completamente falsos basados en declaraciones falsa y confesiones bajo amenazas y sobre todo juicios en que se sabía de antemano cual sería el veredicto.

Una democracia debe ser el paradigma de la libertad de acción opinión y justicia y no solo parecerlo, no se pueden inventar delitos para acallar a una parte de una sociedad que quiere simplemente calibrar su futuro y negárselo en base a qué otra parte no lo entiende y no lo admite simplemente porque tiene el poder y el miedo de lo que puede pasar porque es evidente que no tiene la legalidad de su parte sino que la ha impuesto.

Escribo ya lo habrán adivinado de la bárbara injusticia  a la que el estado español somete a Catalunya. No seamos inocentes ya hemos llegado al punto final el escándalo es imposible de asimilar por cualquiera que catalán o español que sea capaz de examinar los hechos con frialdad y ecuanimidad. Es evidente que  algunos catalanes incluidos el gobierno hemos hecho caso omiso a una acción no del Tribunal Constitucional,  sino de unos políticos oscuros y asustados que representan desde el gobierno,  el miedo de España a quedarse sin Catalunya y no vale que se apoyen con el Tribunal Constitucional porque todos hemos visto que su manipulación es una vergüenza de proporciones políticas incalculables.

Catalunya y su gobierno y los que sentimos la necesidad de separarnos de este caos de país que es ya España, no hemos desobedecido ni delinquido contra la ley lo hemos hecho contra la política cerrada  incapaz y cobarde del gobierno de España, no se confundan no sean más cobardes y reconózcanlo, no se ha delinquido contra ninguna ley emitida por el Tribunal Constitucional, porque no la hay, simplemente hay una admisión de unas denuncias que todavía falta saber si serán tomadas en cuenta o no, se imaginan que el Tribunal Constitucional dictamina de aquí 5,ó 6 meses que no son inconstitucionales los hechos denunciados por el gobierno de España.

Esto es así pero el gobierno español no puede esperar, no quiere esperar, porque tiene miedo de sus propias decisiones y esto es porque sabe que las toma no por justicia, sino por defensa de su poder y por miedo a perder ese poder, estamos pues en las mismas circunstancias en que la “Santa Inquisición” actuaba siglos atrás ante el miedo de perder su poder y dominio de la sociedad mediante el temor a la iglesia y la religión. El gobierno de España está actuando exactamente igual, y ante el temor de perder Catalunya ha declarado a su “president y dos consellers mas” poseídos por el demonio de la independencia y los ha acusado ante la Santa Inquisición.

Y aquí es cuando se queda en evidencia que esto no es un acto de justicia sino de venganza y de miedo exacerbado, es evidente que como en la inquisición, cuando a un desgraciado o desgraciada, se le ponía en duda de estar endemoniada la cosa no tenía remedio, castigos torturas hasta que el propio inocente se acusaba así mismo de su posesión demoniaca, bien estamos en las mismas el gobierno quiere quemar la endemoniada idea de los catalanes de separarse de España, y no quiere ver nada más y como hemos visto niega a su propia justicia  hasta que esta le declare que efectivamente puede quemar a los brujos y brujas catalanes.

El gobierno español se dirige a sus inquisidores en primera instancia en Catalunya, en donde se han consumado según ellos los actos de brujería, y resulta que los inquisidores le responden que no, que no ven actos de brujería en los hechos acaecidos en el 9N. Es curioso porque son sus propios inquisidores no son inquisidores catalanes o embrujados también, pero el gobierno dice que sí, que la brujería llega a tanto y es tan fuerte que ha alcanzado hasta sus  huestes defensoras de la ley. Así se queda tan enojado que recurre a las instancias mayores y desde luego fuera del territorio endiablado y ya podrido por el demonio y obliga al alto inquisidor del reino, a que condene a la hoguera a los endemoniados e impuros brujos catalanes.

Este gran inquisidor llama a los inquisidores que desde el lugar de los hechos no habían visto actos de brujería que requirieran la hoguera y se lo demuestran porque el gran inquisidor  no actúa tras oírlos pero no puede dejar de quemar a los herejes porque tiene la orden de más arriba y entonces llama a otros inquisidores que ni saben ni han vivido los hechos catalanes y que por decirlo de alguna manera ni les va ni les viene lo que hayan hecho, solo que obedecen a su señor y dicen que si, que no solo hay brujería sino que es poco menos que un aquelarre lo acontecido y hecho en Catalunya.

Así que estamos a hoy con que La Santa Inquisición Española presentó la versión más dura de su anunciada querella contra el president, Artur Mas, la vicepresidenta, Joana Ortega, y la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, por cuatro claros actos de brujería  por «haber planificado, auspiciado y financiado» la votación del 9-N. La querella se presentó en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). Este organismo tendrá que admitirla a trámite, designar a un inquisidor y citar como brujos  a los ya condenados.


No me confundo al nombrar como condenados a los acusados, o es que hay alguien tan inocente que cree que los jueces van a oponer algún juicio desfavorable a las ordenes de la Santa Inquisición, si además ya les han advertido indirectamente cuando les hacen saber que : La demanda será defendida en el TSJC por los inquisidores de este tribunal, aunque Torres-Dulce se reserva su facultad de elegir a su subordinado en Barcelona, para actuar en el proceso o incluso mandar a uno de sus inquisidores desde Madrid. Quieren alguna prueba más del apaño justiciero español.

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