domingo, 1 de junio de 2014

LA SOCIEDAD A DE LUCHAR POR UN FUTURO DE TRABAJO Y BIEN ESTAR, NO DEFENDER SU DERRUMBE



Tras una jornada de sábado marcada por las tareas de reconstrucción y los incidentes en las marchas de apoyo a Can Vies, vecinos y miembros del colectivo del barrio de Sants han vuelto al trabajo para tratar de levantar de nuevo la edificación, parcialmente derruida hace unos días, el colectivo responsable del centro Can Vies se ha puesto manos a la obra y ha proseguido la labor de quitar escombros de la parte derruida y de asegurar la habitabilidad del resto del edificio.

La novedad con respecto a ayer es que muchos vecinos de Sants ajenos al movimiento social de signo alternativo, revolucionario y libertario que siempre ha predominado en Can Vies, se han incorporado a los trabajos de reconstrucción. Una cincuentena de personas trabaja en la zona de obras y se van turnando en la difícil tarea de reducir y quitar los escombros sin disponer de maquinaria pesada que les ayude. Las tareas se desarrollan pese a la advertencia de dos inspectores de Bomberos de Barcelona sobre la peligrosidad e inevitabilidad del edificio. Unas advertencias en las que ha insistido el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, quien ha pedido de forma vehemente que quien quiera dialogar sobre Can Vies “de la cara.

Es una situación para mi incomprensible, no puedo entender que nos pasa a la sociedad, por un lado nos están quitando, los políticos, los bancos y los especuladores, todo lo que habíamos conseguido durante años, muchos niños pasan hambre, más de 1 de cada 4 obreros no tiene trabajo, muchos han perdido su casa, pero la sociedad aguanta y si hace más de una manifestación  pacífica, queriendo dar a entender que está enfadada pero qué no se ha perdido todavía la esperanza y la educación social, que se le va ha hacer.

Sin embargo estos días en Barcelona todos conocen ya la barbaridad de destrozos y la rabia que se propaga en las calles, porque el ayuntamiento da curso a una orden judicial que solo afecta a unos desconsiderados anti sistemas, que su único fin es pasar del orden establecido y desestabilizar a la sociedad que ya está siendo sujeto de las injusticias del propio sistema. El egoísmo que estas personas están mostrando esta a mi modo de ver fuera de lugar, lo que bien o mal estaban haciendo en el lugar que se ha de derrocar, se puede restablecer en cualquier otro sitio, porque aquello no es ni su casa, ni su lugar de trabajo, es simplemente su lugar de libertinaje que no de libertad, no se confundan.

Puede ser que alguien piense que la autoridad se ha equivocado bien por el tiempo o por la inoportunidad de llevar a cabo la acción dictada por la justicia, pero sea así o no, no comprendo cómo pueden mover estos insociales alborotadores a una gran parte de la sociedad, esta que está perdiendo su trabajo, sus sueldos, que no pueden mantener como se debe a sus hijos, que estamos siendo objeto de presiones y recortes de todo tipo, y que aguantamos porque aun nos queda un poco de respeto a la ley y a nuestros conciudadanos.

Qué tipo de sociedad es capaz de ver arrasar bienes comunes, destrozar establecimientos de conciudadanos, y apoyar a estos actores que están disfrutando haciendo lo que hacen, y viendo como son capaces de mover una parte de la sociedad como borregos, que encima les aplauden, y les defienden. Como puede ser esto, que creen estos hombre y mujeres que hacen sonar sus cazuelas  animando el acto incívico que saben sobradamente que acabara ocurriendo, porque lo hacen, por un edificio que su función puede hacerse mejor en otro lugar alternativo, o porque en el fondo sueltan su rabia contra la situación general, escondiéndose detrás de los que les mueven, triste muy triste.

No llego a comprenderlo, miren ustedes si entiendo a los alborotadores, es su función, es su motivo de vida, y tienen toda la legitimidad democrática de ser así si quieren, y mientras les dejen, pero no entiendo que parte la sociedad se mueva a su favor y se dejen arrastrar por ellos para nada, que pena y que miedo deben de pasar en el barrio, para ponerse a trabajar a favor de unos alborotadores, en lugar de aislarlos y preocuparse de sus problemas que desgraciadamente son los mismos que hoy nos acosan a todos, o a la mayoría de la sociedad normal, que luchamos por un trabajo por una familia por una pensión de mierda.

No es a una cosa que se derrumba por inadecuada, por lo que la sociedad debe de luchar, es por el derecho a dignificarse otra vez, a conseguir trabajo, a luchar contra el poder abusivo establecido legalmente y que no es capaz de darnos lo que nos debe dar, pero para eso no nos movemos, no nos engañemos mas, defender obstinadamente Can Vies  no es defender nada más que el modo de vida del los alborotadores anti sistema, no es defender la justicia social que todos nos merecemos ir recuperando

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