Ser independiente no es tarea fácil. Se ha de exportar al mundo la singularidad,
histórica, la lengua y la cultura, entre otras muchas cosas. Para ello, se han
reunido una serie de recomendaciones en el Manual de buenas prácticas del
independentista y se han repartido entre los círculos catalanistas que
defienden el referéndum del 9 de noviembre. Este manual ha sido elaborado por
una asociación denominada La Fábrica, una "entidad que trabaja con el
objetivo de conseguir la independencia de Cataluña", según recoge El Confidencial.
Se trata, en definitiva, de una campaña que
pretende ganar adeptos (incluso ERC los ha repartido entre sus bases). "En todas las causas, por justas que
sean, puede haber comportamientos inadecuados y actitudes excesivas que acaban
generando lo contrario de aquello que se proponen", advierte el manual. Entre
las premisas que se recogen destacan algunas como "rehuir los
insultos". "Herir a nuestro adversario con insultos no lo debilita,
sino al contrario, le permite sacar fuerzas del resentimiento", añade el
manual.
Además, explica que con el ultraje se demuestra la falta de argumentos y el
bajo nivel intelectual y moral (como cuando algunos unionistas "equiparan
a los independentistas con los nazis"). También es importante el respeto
hacia "todas las otras lenguas". Aunque reconocen que un Estado
catalán priorizaría la consolidación de la lengua catalana, "todos han de
ser acogidos en pie de igualdad, y cada lengua ha de ser respetada".
El texto matiza que una de las formas de ganar partidarios se basa en la
simpatía que generan aquéllos que defienden la causa. Así, se recoge lo
siguiente: "Una sonrisa puede hacer tanto como muchos argumentos, unos
ojos que brillan pueden convencer más que una retahíla de cifras". Otra de
las premisas que recoge este manual de
buenas prácticas es que hay que considerar a los indecisos como una
prioridad, ya que "una franja del electorado vota, al final, por la opción
que piensa que ganará".
Por último, entre las recomendaciones más
destacadas, se encuentra "atraer la simpatía internacional". En este apartado, se realiza una
comparación entre Escocia y de la Padania: "Escocia es una nación con
derechos específicos. En cambio, la Padania continúa pareciendo un invento de
laboratorio de unos regionalistas egoístas y xenófobos. Por eso es importante
que Cataluña sea equiparada a Escocia y aquí todos podemos tener un
papel".
Como pueden ver es un buen
tratado, de buenas formas, y de mucha sensibilidad para no herir al oponente,
porque es evidente que cualquier asociación popular oficial u oficiosa que en Catalunya
promociona la Independencia del país, no va contra nadie, la independencia que
se pide desde Catalunya es puramente un acto de madurez social, de un pueblo
que considera que está capacitado para prosperar más y mejor sin la presión que
España ejerce sobre su futuro económico y social, pero nunca se establece esta
independencia con carácter de sublevación, ni de confrontación, me gustaría leer
algo parecido desde el otro lado.
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