La extraña situación que estamos viviendo con la
resolución de los problemas económico-financieros de España, hace que las
palabras que el gobierno pronuncia diciendo que la crisis ha terminado, no
tienen credito ni fundamento alguno, al igual que el credito financiero que
tampoco fluye por mucho que lo anuncien en las sucursales bancarias, no hay
creación de empleo neto, el estado sigue metiendo mano al fondo de garantía de la
seguridad social para pagar la paga a los jubilados de julio. Todo esto me
lleva a la reflexión de que nuestra economía está atrapada en un craso cumulo
de errores de conceptos y bases económicas y financieras, impropias para
nuestra realidad económica.
España está embarrada en acciones correctivas
obligadas o no, que no han sido ni son de eficaz aplicación, pero
desgraciadamente los economistas y políticos no encuentran alternativas y vaya
por delante que en parte es porque las medidas aconsejadas o exigidas son
medidas para reflotar economías fuertes pero en crisis, y España
desgraciadamente tras el fiasco de la economía del ladrillo, no tiene economía
que reflotar, la tiene que construir, lo cual es muy distinto, así las cosas lo
único que se ha conseguido es parar la caída pero de aquí a reflotar va un
mundo.
Aun a sabiendas de este hecho, prosiguen las luchas ya
casi fratricidas entre los creyentes de unos u otros conceptos a aplicar, y
como se está demostrando día a día no funcionan ni unos ni otros, porque en
definitiva se contrarrestan, esto es un efecto natural en todas las cosas de la
vida, cuando uno sube otro baja irremediablemente, en verano hace calor en
invierno hace frio, y así todo funciona igual en esta vida. Lo malo es cuando
uno pretende subir y bajar al mismo tiempo, el resultado es que se estanca en
un nivel y ahí se queda, hasta que rompa la tendencia de querer hacer las cosas
sin el orden debido.
La cosa es complicada porque en el fondo, nadie quiere
reconocer lo que ha pasado para llegar hasta donde estamos, y si no se quiere
tener o poner en claro el punto de partida, tampoco se tiene claro el punto de
llegada, dicho de otro modo, si no se sabe cómo nos metimos en esto, tampoco sabremos
cómo salir. Lo dicho si las correlaciones no funcionan y se toman medidas sin
el orden debido es muy probable que estas no prosperen porque no hay
correlación con la causa del problema. Mal que me pese porque es conocida la
antipatía que profeso por la Canciller Merkel, ella tiene razón cuando
sostiene: “No se puede arreglar la deuda con mas deuda” cierto y creyendo en
esta máxima como en Dios, su teoría se cierra en un solo concepto: reducir
deuda.
Bien esto parece y es lógico, ya tenemos una
correlación clara ahora nos falta la otra la que complete la reacción de bajar
la deuda existente, y aquí empiezan las divergencias. Para una economía como la
alemana la cosa es sencilla, con reducir sus gastos tiene bastante, porque su
generación de ingresos o saldo comercial sigue siendo positiva, a pesar del deterioro
de la economía, así que sin hacer nada mas con el tiempo reducirá su deuda.
Pero qué pasa con España, aquí la cosa no funciona
así, sin entrar en criticas del porque o él como, la realidad es que nuestras
deudas son una realidad que se retro alimentan cada día más, porque con los
recortes, la caída del consumo, y de la producción nacional, mas el coste de la
deuda y la poca posibilidad de consecución de ingresos, hacen que la deuda aumente cada vez más y por eso la receta
alemana no funciona, y por tanto si seguimos así, nos endeudamos cada vez más,
porque a medida que van reduciendo gastos, les va subiendo el desempleo, se
deteriora el consumo y por tanto la generación de riqueza, y lo peor, los
intereses de la deuda siguen subiendo (de momento solo en cuantía pero pronto
lo hará también su coste de interés) y nosotros tendremos que pagarlos.
Azuzados por la presión de Alemania y de los mercados,
se nos exigen sacrificios durísimos, lo cual me parece bien, pero falta la
correspondiente reacción. Al sacrificio de la reducción de gasto, debe hacerse
paralelamente la reactivación de la economía, de lo contrario al acción de
reducir gastos se contrarresta con la de reducir ingresos, resultado, la acción
resulta nula por completo, el objetivo perseguido, la deuda, sigue aquí y
aumentando. Y como punto final un aviso al gobierno de España, os estáis
equivocando como siempre. Antes de incrementar crear recomponer o bajar impuestos,
hay que crear impositores, de lo contrario lo que haréis es no alterar nada la situación
real.
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