Es
desesperante, tal parece que España y por lo tanto los españoles tengamos sobre
nosotros una maldición, nos sale todo mal, no levantamos cabeza, no quiero
remontarme muy atrás en el tiempo, simplemente situarnos después del final de
la dictadura. España y los españoles emprendemos un cambio modélico, sin
luchas, con orden, en fin modélico, era la ocasión de cambiar de hacer un
estado nuevo una filosofía de hacer política nueva, pero no lo conseguimos,
nuestros miedos nuestra tendencia eterna de ser “una grande y libre” nos lo
impidió, eran demasiados años de unidad, forzada eso sí, pero unidad al fin y
al cabo, y cuando se termino la situación de unidad por el hecho natural de la
muerte del dictador. Nuestros políticos actuaron con miedo, visto desde la
prospectiva de los años transcurridos uno debe de comprender que fue normal.
Los que
esgrimían su derecho a ser españoles pero con su nacionalismo propio, daban
miedo a los padres de la constitución que se rebanaban la cabeza en formulas
para mantener las apariencias de unidad, pero también entendían que era un
derecho que se les debía. Así que como hacerlo y no romper la unidad nacional,
pues creando una España llena de nacionalidades a la fuerza, y así otra vez
todos éramos iguales, esto que mal hecho hay que entenderlo en su contexto y
momento, no puede seguir así por siempre.
Ahora
existen tres movimientos claros de inconformismo frente a la situación de
unidad patria falsa que se pretende desde el centralismo gubernamental, uno es
el propio la unidad del nacionalismo español, otro el independentista que
reclama Cataluña, y otro también independentista que ha venido siendo reclamado
yo diría en tiempos de mala manera por Euskadi.
Pero esta
situación se termino, ahora la cosa es mucho más grave para los intereses de
los centralistas españoles, porque con la desaparición de la violencia, se
pierden muchas de las justificaciones de la negativa a las posturas
independentistas presentadas por la vía de la democracia, y esto es lo que va a
suceder inmediatamente por parte del país Vasco, y me aventuro a decir que por
parte de Cataluña. La paz Vasca abre la puerta curiosamente a la unificación de
planteamientos políticos y democráticos a Cataluña y a Euskadi, mírenlo por
donde lo miren esto va a suceder ya.
La razón
principal de esta nueva situación, es la virulenta crisis nacional que ha
puesto de manifiesto que la política de unidad es falsa, porque no solo no ha
equilibrado el territorio, sino que este se ha utilizado para los trapicheos de
la clase política heredera de la oligarquía anterior, en España va a pasar lo
que está pasando en Europa, se van a crear dos Españas de diferentes
velocidades, al igual que en europa.
La
diferencia de momento estriba en que no son países sino autonomías, pero esta
situación apoyará todavía más la tendencia al independentismo, porque o mucho
me equivoco o el gobierno central no consentirá que la fuerza de algunas
atomías fluya libremente, e intentara que su fortaleza se vea restringida y
diluida en aras de la igualdad nacional obligatoria, abocándolas a lo que está
abocada España ser el vagón de cola de Europa, y yo adivino que esta situación
no será admitida ni por Catalunya ni por Euskadi .
Lo digo
porque la única cosa que puede evitar que se agudice el independentismo en
España, es la posibilidad de que por parte del gobierno central, se de la
libertad de acción e iniciativa a todas las autonomías, incluyendo incluso la
posibilidad de renunciar a ser autonomía en muchos casos, el gobierno central
debe aprender a gobernar España si quiere que no se le rompa, y gobernar no
quiere decir equilibrarla sacando de un sitio para poner en otro, o repitiendo miméticamente
por real decreto, los proyectos que en un lado tienen éxito pensando que en
otro también tienen derecho a tenerlo, esto no es así, no es cuestión de
derecho es cuestión de oportunidad y raciocinio económico.
No se puede
gobernar la economía y el desarrollo de una España absolutamente desigual de
forma uniforme, si se ha decidido crear una España con Comunidades Autónomas,
hay que dejar que cada economía establezca sus objetivos con sus recursos y sus
disponibilidades, y desde el gobierno central hay que regular los conceptos de
equilibrio presupuestario y dejar que cada comunidad los emplee bajo sus
propios criterios y dentro de las bases generales marcadas por el objetivo
Nacional de déficit público.
Pero no debe
el gobierno pretender equilibrarlo todo, porque eso pueda dar votos, pero no da
riqueza. No se puede seguir quitando de aquí o de allá, para hacer una
infraestructura u otra cosa, por el simple hecho de que la tienen aquí y no
allá, la economía va ha ser en los próximos 20 años el caballo batalla de las
sociedades y de los estados, España debe entenderlo cuanto antes y debe dejar
la iniciativa libremente sin forzar falsos equilibrios, porque al final esto no
funcionan ni crea riqueza.
La competitividad
en estado puro será la única herramienta valida que se impondrá para salir de
esta depresión europea, en pocas semanas si no me equivoco, empezaran los
enfrentamientos entre Francia y Alemania para ver quien definitivamente
dominara la europa del euro, yo ahora dudo que puedan ir unidas, ya los
intereses económicos de ambas se han distanciado demasiado y con ellos también
las políticas, será poco menos que imposible, que una “Derecha Neoliberal Comunista”,
como la alemana se entienda con una
“Izquierda Socialista Capitalista” como la francesa.
El resultado
de este choque de políticas desembocara en un “que gane el mejor” o el más
fuerte, y entonces habrá una batalla
feroz por ver quién y cómo domina una u otra tenencia la europa del euro, Alemania
por supuesto seguirá con su política de avasallamiento económico, y Francia o
mucho me equivoco usara el poder de disuasión socialista, para intentar reunir
en torno suyo la mayor parte de economías arruinadas y hartas de tanto castigo económico, provocado por la
política teutona.
Como es
normal en Europa ganara la mayoría, que naturalmente será la Europa arruinada,
y por lo tanto que nadie espere que hayan mas rescates, yo diría que no va ha
haber ni los acordados, así que la solución pasará por una feroz reactivación industrial y publica
privada, habrá que hacer las cosas más baratas, más rápidas, y con muchos
sacrificios y sueldos bajos, es evidente que estos factores serán mucho más
suaves y más rápidos de superar, en los
países o sociedades que o no estén tan deprimidas, o que sean pequeñas, tanto
en territorio como en habitantes.
Y en este
contexto vuelve a aparecer la ventaja de la nación pequeña y ágil, casi
industrializada al completo, con conectividad al mundo, con una cierta
presencia de marca y renombre mundial, y esto se unirá al sentimiento
independentista de las regiones o comunidades que hoy en España sienten ya esta
necesidad, y o mucho me equivoco o la
presión económica que los habitantes de estas regiones que no son absolutamente
independentistas, por el sentimiento nacionalista, lo serán por la fuerza de la
propia economía familiar.
Pronto se
preguntaran muchos de los que hoy defienden la gran España imperial, ¿donde
viviría mejor yo y mi familia? en esta gran nación española arruinada
completamente, o en una nación pequeña como por ejemplo Dinamarca o Bélgica o
Suecia, y la respuesta será, en una nación pequeña, y eso mismo seria Catalunya
y esta realidad será imparable la culpa de ello no quiero ni saberlo, pero que será
la realidad del siglo 21 no me cabe la menor duda
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