domingo, 13 de noviembre de 2011

ALEMANIA ENTRE LAS VELOCIDADES Y LOS VOTOS DEL BCE, SE HACE UN LIO


Aun no se ha empezado a gestionar el principio del posible fin del desorden económico-político que nos está avasallando estos últimos meses, y la Merkel ya la quiere volver a liar, y lo peor de todo es que toma dos caminos muy peligrosos que pueden llevar al desanimo y al definitivo abandono de la Unión, por parte de los países que actualmente la forman y están luchando por mantenerse y mantenerla unida. Merkel en nombre de Alemania vuelve a buscar la división de la Europa comunitaria, habla de las dos velocidades como forma de escenificarlo, pero en realidad lo que busca Merkel es una europa que sea Alemania y los 26 enanitos,  y francamente ni Merkel ni Alemania son Blancanieves.

Un gobernador, un voto. Ese ha sido el sistema de votación aplicado en el Banco Central Europeo (BCE) desde que el 1 de enero de 1999 asumió la responsabilidad de fijar los tipos de interés para toda la zona euro. Pero el exitoso modelo parece tener sus días contados, Alemania se resiste a seguir siendo tratada como una más, y prepara el asalto para intentar garantizarse el control del BCE. Berlín quiere un nuevo sistema de votación que refleje la dimensión económica de cada país o, al menos, su participación en el capital del BCE.


El planteamiento que pretende Merkel, se estudiará en la próxima cumbre de la UE, (9 de diciembre) dentro de la reforma del Tratado que Berlín, lo quiere disfrazar con la excusa de blindar la disciplina fiscal de la zona euro, y profundizar la integración económica y fiscal del club. (Mal vamos cuando ya no se refiere a la Unión). Parece que la propuesta iría muy en línea con la creencia alemana, de que Europa son ellos, y ahora no lo sienten así y quieren imponer esta razón, así que pretenderán cambiar la máxima democrática, de una persona un boto, en este caso un banco central nacional un voto.


Merkel pretende sacar partido de la posición de fuerza económica de Alemania, para gobernar la Unión Europea, primero económicamente a través de dominar el BCE y sus propuestas irían encaminadas a repartir votos, de acuerdo al poder económico de cada país miembro de la Unión. Así  al presidente del Bundesbank (Banco de Alemania) le correspondería una cuota de poder y de votos equivalente al 26.22%, que es el peso del PIB alemán en el conjunto del PIB de la zona euro. El presidente del Banco de Francia se quedaría con un 19,71% por el mismo motivo; el gobernador del Banco de Italia, con un 16,26%; y el del Banco de España, con un 13.44%; la cuestión está a la vista entre los cuatro grandes países sumarian el 75.66 %


El nuevo reparto de poder, permitiría a Berlín maniobrar con más facilidad para evitar la aprobación de decisiones contrarias a sus intereses, como puede ser la relajación de la política monetaria en estos momentos, o la adquisición de deuda pública en el mercado secundario, para aliviar la presión del mercado sobre países como España, Italia, Irlanda o Portugal. Es rebuscado pero evidente, es rebuscado porque en ningún caso Alemania tiene por si sola ninguna mayoría absoluta, pero es evidente que le sería muy fácil obtenerla, pues con la sola adhesión de Francia sumarian redondeando el 45% de los votos, lo cual les garantiza ya una mayoría simple, que con toda seguridad ante cualquier propuesta de regulación o aprobación de acciones económicas o financieras en la Unión les daría el poder de aplicación o desaprobación.


Ese programa de compra de bonos, a pesar de su timidez, ha colmado precisamente la paciencia de los halcones alemanes. Alemania observa con creciente preocupación a una institución que, desde el comienzo de la crisis, ha empezado a coger algo de vuelo y a librarse de la pesada herencia del Bundesbank. Y Berlín prepara el asalto para reconducir a la díscola institución. Pero no explican él porque de esta preocupación, pero yo se lo explico ahora mismo: a Alemania y a sus halcones les preocupa que la independencia del BCE, vaya a crear de una manera u otra el equilibrio de los costes de las deudas soberanas, bien por la emisión de bonos europeos, o por la compra de bonos de los países no tan ricos en el mercado secundario.


Esto produce inevitablemente que si los diferenciales de deudas se acortan, Alemania no podría seguir financiándose a coste prácticamente cero como hasta ahora, porque los compradores de bonos preferirían invertir en bonos que con la misma garantía que el alemán al ser europeos, les pagasen mas intereses (lo pillan) son muy listos los alemanes, y se creen que los demás somos muy tontos, ahora el bono alemán casi cobra en lugar de pagar, mientras que uno italiano paga un 6 ó un 7 %, si yo inversor se que existe un fondo que me garantiza que Europa me lo pagara, que creen que haré, pues comprar bonos de Italia, que me rinden mas. Ahora no lo hago por la desconfianza del país.


En realidad este ejemplo es simplemente ilustrativo de lo que pasa por la cabeza cuadrada de los alemanes, no de lo que pasaría, si el BCE y la Zona Euro regulasen de una vez la deuda europea, sea con garantías de un fondo o por la emisión de bonos europeos, el resultado sería que los diferentes bonos reducirían su interés en unos términos que yo calculo  oscilarían entre el 2 y el 3.5% con lo que Alemania debería empezar a pagar más por su deuda, y esto no le gusta nada y saben porque, pues porque si miramos la calificación por las deudas y su incidencia sobre el PIB de la zona euro, al igual que hemos hecho con los PIB  nacionales, vemos que Alemania tiene el 16% de la deuda europea; Francia el 12%  Italia el 19%; y España representa el 10% así que aquí las cosas se giran y la gran Alemania es la que mas deuda aportaría al conjunto del PIB de la Euro Zona.


La idea provoca escalofríos en Bruselas, donde se teme que la ofensiva alemana abra una lucha por el poder en una de las pocas instituciones europeas cuyo prestigio, aunque no intacto, al menos no ha sido arrasado por la crisis. "Si el euro ha sobrevivido en los últimos 18 meses ha sido gracias al BCE y su estructura federal", reconocen en el Consejo de la UE. "Si eso se cambia, se puede caer todo el tinglado", añaden las mismas fuentes. Yo no digo que no se deba cambiar las normas y las funcionalidades del BCE, pero lo que no puede hacerse, es tan burdamente como pretende hacer Alemania, el BCE es la piedra filosofal de la Unión Europea si la rompemos o la entorpecemos rompemos la Unión


Y como último punto quiero referirme a la tentación de proponer una europa a dos velocidades, esto es una estupidez, o se habla abiertamente de una Euro Zona  reducida sin las naciones periféricas: Italia, España, Portugal, Grecia, e Irlanda, que pasarían a formar parte de la Unión Europea junto a Gran Bretaña y todas las demás sin euro, o no hace falta tocar nada porque las dos velocidades ya están implantadas desde el mismo inicio en que se creó, miren si no las cifras que les expongo a continuación:
La Europa central y rica la de primera velocidad son:
          184.000,000 habitantes con un PIB total de 6.289.730 millones de euros

           La Europa pobre y que va a velocidad más lenta somos:
           129.443,000 habitantes con un PIB total de 3.757.715 millones de euros

Ya lo ven ustedes los pobres, somos en cuanto habitantes el 40% y en PIB el 37,5% , ellos son más y mejores son el 60% de habitantes y 62,5% del PIB. Y con referencia al PIB por habitante el de los rápidos es de 34,183 euros, y el nuestro el de los la segunda velocidad es de 29,130 euros, oigan somos un 15 % más pobres, esto no es cualquier cosa. Visto así en números se ve la diferencia, somos claramente más pobres y ya vamos detrás, por mucho que corramos no alcanzamos su velocidad.

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