domingo, 6 de diciembre de 2015

EL SIMPLE PORQUE DEL ANTI CATALANISMO POLITICO ESPAÑOL


 
Pocas veces una política de estado se comporta de forma tan ignominiosa y falsa cómo se comporta la política y los políticos nacionales españoles con la identidad catalana, creo que tengo razón en afirmar que, en el mundo occidental, no hay en ningún sitio una situación igual en que un estado y sus políticos, siembren y cultiven la semilla de la antipatía y casi el odio entre sus gobernados, durante años y años. En España el centralismo del estado y de la política de estado ya sea dictatorial o democrático, opone sistemáticamente una discriminación feroz y casi visceral, frente al nacionalismo de una región, de momento española, como es Catalunya.


Esta acción se apoya en unos fundamentos completamente falsos, pero muy bien hilvanados por la fuerza de la centralidad del estado, que domina con su poder la opinión pública, con ello crea tendencias de opinión que falsean agrandando o minimizando hechos de la realidad con vivencial, de la relación entre las dos culturas, la española y la catalana, siendo la primera de estas falsedades el negar la propia existencia de una cultura catalana propia y más antigua que la propia nación española.


Esta realidad dentro de España es muy desmembradora, y hace mucho daño a la sociedad española en conjunto, y crea una confusión extraña y curiosa cuando menos en el contexto internacional, nadie fuera de aquí lo comprende, si lo entienden cuando lo explicas, pero no es lo mismo entender que comprender y es esto último lo que no consiguen asimilarlo. Y creo que aquí nos pasa lo mismo, al menos a quien escribe este artículo, así que he estado dándole vueltas al porqué de esta realidad, y he llegado a la conclusión, que todos los motivos que la sociedad española asume como dañinos para ella, son básicamente imbuidos por su política y políticos, y además van en dirección contraria a lo que les quieren hacer creer.


No es el problema que tengamos y usemos una lengua propia, no importa que nuestra forma de ver las cosas sea un tanto diferente, no tiene importancia que aquí se hayan prohibido las corridas de toros, etc., lo único que importa en realidad es que España no podría mantener su estatus económico en el contexto europeo, si por aquellas cosas de la vida, Catalunya se independizase económicamente y ya no digamos físicamente de España. Él y los gobiernos pasados y futuros saben o se dan cuenta rápidamente, que España no podría sostenerse sin Catalunya y por el contrario Catalunya si podría, no ya mantenerse, sino crecer enormemente sin España pegada a la espalda.


Y esto que digo no es ni una fanfarronería ni un orgullo nacionalista gratuito, es una realidad que no quiere aceptar el resto de la nación, supongo que, para no reconocerlo cosa que tampoco entiendo, las cosas son como son y no como uno quisiera que fuesen, y esto que es así de sencillo. No sé qué ganan la política y los gobiernos españoles que persisten en negar una evidencia hasta el extremo de llegar a oponer a casi toda la sociedad española, en contra de los catalanes, quienes junto con la comunidad de Madrid sostenemos mejor o peor a España entera.


Esta es la realidad España, la imperial, la centralista, la conquistadora, aquella que es “una grande y libre”, no puede soportar depender de una región conquistada, que se mantiene firme en sus creencias e identidad nacional, que no asume como propia la nacionalidad global impuesta, y que, a pesar de esta insumisión, no puede prescindir de su capacidad y fuerza económica, emprendedora, y nacionalista. Esto y no otras motivaciones son el verdadero pecado nacionalista catalán.


Y esta afirmación este planteamiento hay que refrendarlo con datos y para ello vamos a repasar la realidad de la economía española. Solo hay tres regiones que son en la actualidad contribuyentes natos al tesoro público español. Estas regiones son: Madrid, Catalunya, y Baleares, todas las demás, (excepto País Vasco y Navarra que todos sabemos van por libre) son receptoras, es decir pagan sus impuestos y luego el estado les devuelve más de lo que han pagado, con el fin de poder mantener su desarrollo cotidiano, esta diferencia proviene de los impuestos de estas tres regiones aportadoras netas.


Si me permiten pues la licencia, está claro que en realidad España económicamente hablando es Madrid y Cataluña, (omito Baleares porque su tamaño, aunque contributivo es muy pequeño) dado que ambas comunidades son casi parejas en cuanto a PIB y Habitantes, podemos decir hipotéticamente que cada una soporta media España. Y llegados aquí, está claro el porqué del problema que tiene España con la nacionalidad catalana ¿y si un día estos catalanes no quieren ser españoles y lo consiguen?, que haremos con nuestra “una grande y libre” España.

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