martes, 22 de diciembre de 2015

ES MÁS IMPORTANTE PARA ESPAÑA NO PERDER A CATALUNYA QUE SER INGOBERNABLE



Al parecer por lo visto y oído van a empezar unas negociaciones que a derecho de la lógica política y partidista serán muy difíciles, por no decir imposibles de acomodar, pero lo más tremendo es que no son las tendencias políticas las que las hacen imposibles, sino que Los grandes escollos para alcanzar pactos son: "El referéndum para Cataluña y el modelo territorial" Asombroso, que España se destroce con pactos increíbles y que sea ingobernable esto no importa, lo importantes es negar a Catalunya y seguir con el fracasado modelo territorial y no por el territorio en sí, sino por el tratamiento económico y organizativo que se la dio en 1978 en la constitución. 

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, dijo el lunes que se va a entrevistar con todos los dirigentes de partidos políticos que compartan la unidad (¿) de España para intentar recabar apoyos para gobernar. Rajoy dijo que había una serie de asuntos que comparten la gran mayoría de españoles, como la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad, el cumplimiento de la ley, la posición de España en Europa y en el mundo y los objetivos para conseguir crecimiento económico y creación de empleo, que constituyen una especie de "línea roja" de negociación. 

Curioso porque estas cuestiones que ha recalcado Rajoy, son por su incumplimiento reiterativo el fracaso del gobierno y por tanto lo que le ha llevado a no ganar las elecciones (fíjense que no digo perder) Rajoy y el PP no han perdido las elecciones, sino que han perdido España lo cual se niegan a admitir, es increíble que se empeñen en seguir como los líderes indiscutibles la posibilidad de gobiernos de coalición, cuando se han pasado cuatro años gobernando sin ningún miramiento con la oposición democrática, destrozando la ley de educación, creando la ley de seguridad "ciudadana", rebajando los sueldos, gastándose las pensiones futuras, obligándonos a pagar los bancos que el personal del PP han atracado una y otra vez, creando un gobierno manchado por la malversación por el delito de blanqueo, por admitir sobornos encubiertos, etc.
  
Ahora este partido y su presidente se otorgan el derecho a organizar el fiasco que han creado y que la sociedad se lo ha cobrado en las elecciones, por amor de dios, un poco de vergüenza si es que les queda algo; "Hablaré con gente que esté en esas posiciones y con cualquiera que quiera hablar conmigo, pero no voy a aceptar a nadie que quiera romper la soberanía nacional", dijo en una sala abarrotada de periodistas tras el comité ejecutivo del Partido Popular. Un día después de ser la fuerza más votada en unos comicios generales que han arrojado el escenario más fragmentado de la historia de la democracia, pero tras perder más de 60 diputados y más de 3,5 millones de votos, Rajoy reiteró que tenía mandato para intentar formar un gobierno estable y si no lo tiene se lo otorga. 

El PP considera que tiene una responsabilidad y un mandato de iniciar un proceso de diálogo y explorar la viabilidad de un gobierno estable que pueda ofrecer la certidumbre necesaria tanto dentro como fuera de España. El PP necesita el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso para formar gobierno en una primera votación, pero la legislación establece que la mayoría simple es suficiente para respaldar la creación de un Ejecutivo en la segunda, lo que podría conseguir con la abstención de Ciudadanos y PSOE.
 
Ciudadanos ha adelantado que se abstendría para permitir la formación de un Gobierno del PP, mientras que el PSOE dijo el lunes que votará en contra de la investidura de Rajoy. El presidente del PP, que adelantó que volvería a presentarse candidato en el congreso que en 2016 deberá renovar la cúpula del PP, dijo que lo peor que le puede suceder al país es que no se pueda gobernar. España no puede permitirse un periodo de indefinición política que dé al traste con los avances que se han conseguido en estos años. Por eso vamos a abordar este diálogo con generosidad, amplitud de miras y con la vista puesta en el interés general de España". 

El mapa político tras la resaca electoral deja muchas incógnitas y, sobre todo, muchos condicionales en el aire. Las únicas alternativas de gobierno pasan por pactar, y todos los pactos pasan a su vez porque las formaciones se salten algunas de sus líneas rojas. En este escenario de negación, la gobernabilidad del futuro Parlamento se enfrenta a no pocos escollos, que dependen en su mayoría de qué postura adopte finalmente el PSOE que de momento dejo muy claro un no a un pacto de Gobierno con Podemos y no a la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. 
 
 
Sin embargo, ambas negativas abocan irremediablemente a unas nuevas elecciones generales. Tras el cerrojazo a un pacto por la izquierda, si las dos fuerzas mayoritarias quieren evitar ese escenario, populares y socialistas están condenados a entenderse si quieren evitar unos nuevos comicios y la apertura de un periodo de inestabilidad, que podría prolongarse durante los próximos meses. En cualquier caso, la primera dificultad, una vez constituidas las nuevas Cortes, que ya obligará a un primer acuerdo entre los grupos para elegir presidente de la Mesa del Congreso, es la investidura del nuevo jefe del Ejecutivo, aunque sea en segunda vuelta y por mayoría simple, con varias abstenciones. 

Lo curioso del caso es que España podría dar de una vez el cambio a la modernidad y la alternancia política, convirtiéndose en un país de izquierdas por primera vez en su historia y enterrar definitivamente su pasado de gobiernos demasiado tradicionales y conservadores, porque formar un gobierno de izquierdas está al alcance de un PSOE que quisiera ser un nuevo PSOE y dejar atrás la tela de araña que lo siguen sujetando a la derecha tradicional española, que ha hecho del PSOE simplemente una variedad folclórica de la derecha española para dar una imagen de país democrático.
 
Pedro Sánchez se enfrenta a una encrucijada en un momento especialmente delicado para el secretario general del partido, que no está sobrado de apoyos. Los barones socialistas no quieren ni oír hablar de un pacto con Podemos. El secretario de Política Federal del PSOE y dirigente del partido en Andalucía, Antonio Pradas, dejó claro que un hipotético pacto de Gobierno con Podemos es prácticamente imposible por la postura de la formación de Pablo Iglesias sobre la autodeterminación en Cataluña, que es una de las líneas rojas de los socialistas. El PSOE "no va a entrar ahí de ninguna manera", confirman fuentes socialistas. Lo ven lo que les decía antes en el fondo son lo mismo que el PP, pero con unas siglas distintas.
 
Es increíble que un sector tan importantes de la política mundial y social como son las tendencias del socialismo de la izquierda, que en realidad significa una atención superior a la sociedad dejando en segundo plano la dedicación al capital, desprecie de entrada la oportunidad de gobernar el país, por el miedo a jugárselo en un referéndum que no saben ni siquiera que resultado daría, renuncian porque no son capaces de ser políticos y saber ofrecer unas propuestas nacionalistas españolas a los catalanes, a los independentistas y los unionistas, que haga que el referéndum sea o favorable a mantener la unidad nacional o que se `pueda componer una independencia no rompedora, que mantenga una unión entre dos iguales España y Catalunya, que representase una unidad de naciones por así decirlo, en fin no va de esto el artículo de hoy sino del miedo, del terror de que no se rompa España, que ya está rota políticamente, sino a que Catalunya se separe definitivamente del tesoro público español. 
 
Que los catalanes puedan decidir su futuro en las urnas es la condición irrenunciable para todos los partidos españoles unos cómo Podemos para apoyar un referéndum y los otros para no admitir ni hablar de ello. Ni el PP, ni el PSOE ni Ciudadanos están dispuestos a ceder un ápice en esta cuestión. 

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