lunes, 16 de abril de 2012

CATALUNYA NO DEBE SEGUIR LA ESTELA DEL HUNDIMIENTO DE ESPAÑA


España está cavando su tumba casi diría que inesperadamente, los acontecimientos se desarrollan a una velocidad que era impensable hace cuatro meses, cuando con pavor y recelo veíamos emerger un gobierno nacional de derechas, de la mano del Partido Popular aupado por la mayoría absoluta en las cortes y senado español. Nadie en aquel momento suponía que quedase en evidencia que la España Una Grande y Libre predecesora e imagen patriótica del votante del PP estuviese tan podrida que no haya podido aguantar más de cuatro meses en descomponerse por todos los lados que se mire.



Es difícil sustraerse de usar la nomenclatura genérica de España para revelarse desde Catalunya contra una situación de injusticia e incomprensión que probablemente no es general en la sociedad española, pero que si lo es y de qué manera en la sociedad de derechas nacional española. Todos los reproches que desde la derecha española se vierten contra el sentimiento catalán, tienen su misma contrapartida en sentido contrario. Dicho de otra manera más entendible, tanta antipatía produce el ser y sentir catalán a la derecha Española, como el absolutismo y la imposición del centralismo nacional español produce en el sentimiento y ser catalán.



Ahora además y para colmo, este sentimiento de superioridad nacional centralista se ha manifestado abiertamente por boca de altos personajes del PP, en contra de todo tipo de nacionalismos, hasta el creado artificialmente por ellos mismos para ahogar el verdadero nacionalismo histórico, me refiero al estado de las autonomías.



Es inútil seguir el camino de la política de la buena educación y la negociación, Catalunya debe tomar conciencia de que debe enfrentarse de una vez a su destino final, no hay otra alternativa, no se debe continuar enmascarando una situación tan real como irreversible en ambos sentidos. El problema principal es que la acción a tomar debe de surgir del débil, es decir de Catalunya.



España tiene como se dice vulgarmente la salten por el mango, y creo que debe de explicar porque no la suelta, porque nadie en su sano juicio, quiere tener un grupúsculo de gente que reniega, molesta, e incordia constantemente, sin una razón cualitativa y cuantitativa, que explique el porqué se la obliga a seguir molestando, máxime cuando el que produce la molestia manifiesta abiertamente no quiere seguir.



La cuestión es muy simple, de que tiene miedo España a reconfigurarse geográficamente, que le da pavor, modificar el mapa físico de España, o el hecho de que si empieza una separación, se rompa a trozos la unidad de España, si es esto porque y a quien le da miedo esta posibilidad, esto es tanto como reconocer que España no existe como tal unidad de sentimiento patrio, sino que es un territorio mantenido artificialmente, mediante políticas integradoras forzadas y no consensuadas, que se sostiene simplemente por la presión gravitacional ejercida por un centralismo imperativo, que se ejerce desde hace siglos pero que no consigue ser integrador.



Sea lo que fuere, lo que está claro es que no será España la que tome la decisión de dejarnos marchar de su imperio por antipáticos y mal agradecidos. Esto es así y debería entenderlo toda la clase política catalana. Si hay que exigir algo, si hay que plantar cara a alguien, si hay que decir basta, o todo lo contrario. Hay que decirlo ya  y es una cuestión que debe decidir Catalunya y su gente, y esto no se puede prorrogar mas, pues el daño que nos estamos haciendo es mucho y muy profundo, y no lo duden ante esta indefinición siempre sale perdiendo el más débil es decir Catalunya.



Ahora en el momento actual con la situación de precariedad que se apunta cada vez mas desde la misma Europa continental, en la que se tambalean todas las uniones relativas, debido a que afloran las grandes diferencias económicas y políticas entre los países europeos, es el momento de tomar una decisión, porque en estos momentos la afectación de España sobre Catalunya es enorme, estamos a punto de ser barridos del mapa engullidos por la economía española, y si esto ocurre definitivamente, nunca más Catalunya será diferenciada del resto de España, ni por el resto de Europa, ni por nadie en el mundo entero, habremos sucumbido no ante un ejército imperial, sino en medio de una economía tercermundista que nos anulara para siempre, porque nunca más tendremos la mas mínima fuerza que nos permita emprender un camino independiente.



El toque de alerta ha sonado al unísono del fracaso estrepitoso de la política de España y la clara demostración anexa en los PGE, donde ha quedado claro que no es que Catalunya cuente para España como una parte más de sí misma, es que no se nos tiene ninguna consideración ni política ni económica.



Para el conjunto de la nación española, ni siquiera contamos ni les importamos un cuerno. Y lo que es casi peor se burlan de nosotros saltándose las leyes que un gobierno de España, tan licito como el actual, tiene firmadas con respecto a Catalunya y que son deudas abaladas por leyes de igual rango que la que ahora nos expolia, el PGE de este gobierno no solo las incumple, sino que nos quita lo que por derecho teníamos aprobado. si el Estado no paga estas deudas, tendrá, mejor dicho ya tiene aunque no sea por estas deudas, un problema de credibilidad nacional e internacional que nos está arrastrando al abismo de la pobreza y la exclusión social.



Pero es que no terminan aquí los agravios comparativos, es que siguen los ataques y las amenazas de mas y mas recortes de estancamiento de proyectos en Catalunya valorando los presupuestos del Estado el Gobierno del PP, recorta la inversión en Catalunya un 45% queda claro que es la comunidad donde más se recorta, "pintan bastos" para Catalunya, y todo eso después de más de un año recortando gastos, sacrificando a nuestra sociedad reduciéndoles sus ingresos, salvando nuestros bancos ayudando a las políticas del estado con ello, y para que nos sirve, solo para que siga el mal trato social de parte de España.



No podemos seguir así, no es justo, ni para los que nos sentimos catalanes, ni para los que se sienten españoles, lo dije una vez y lo repito, a mi no me molesta ser español, lo que me molesta es que me desprecien y me quieran anular el ser catalán. Por eso reclamo de mis gobernantes que es hora de tomar una decisión final y definitiva, o abandonamos el hecho nacional catalán y tomamos conciencia absoluta de ser solo españoles, o todo lo contrario, planteemos oficialmente y ante las autoridades que corresponda, la firme decisión de iniciar el proceso de secesión de España para nuestra pequeña Nación.

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