viernes, 13 de abril de 2012

NO PUEDE SER, ESTAMOS ABANDONADOS POR LA UE A NUESTRA SUERTE


España sigue enredada en una red de deuda y déficit y de ineptitud y desconfianza hacia el gobierno, que me temo que el “'default', el rescate, o la salida airosa del euro, son ya su única salida. Aunque la deuda soberana no es excesiva, el problema es que esta desbocándose, como todo lo demás en los últimos tres meses, es evidente aunque no lo declaren, que la tremenda contención del déficit no habrá otra forma de conseguirla que cambiando déficit por deuda. Si el gobierno persiste en las políticas acordadas, terminará donde Grecia, Portugal e Irlanda, es decir, bajo un paraguas de un rescate. Este es el escenario ya más ineludible para España.



El pesimismo y lo que es peor, el abandono total de los mercados y de la propia UE, hacia España, contrasta con la complacencia de los políticos gobernantes españoles y ya hasta dicen que lo peor ya ha pasado. Sin embargo, la situación es tan insostenible como siempre, o más si cabe, también lo es la del sector bancario de España. Y esta realidad es insostenible para nuestro país, España no tiene posibilidades de asumir la corrección de sus desequilibrios, y menos todos a la vez, su déficit presupuestario, y el incremento de su deuda, y su banca en completa “banca rota”.



La contención del déficit, en la situación global de recesión, lo hace imposible porque en estos momentos, España no va a conseguir mejorar sus ingresos fiscales, y salvo que deje a su sociedad, huérfana de todo servicio sanitario, educativo, y de subsidios, no le es contablemente posible enjugar el déficit presupuestario del estado. La gran decisión del gobierno español está en este dilema: o terminar con el déficit real, provocado la suspensión de los gastos de sanidad, educación y sobre todo subsidios, ayudas a la banca, y a los créditos privados, y dejarse caer en una recesión de la que no podrá salir hasta dentro de 10 o 15 años; o lanzarse a una reactivación de la economía productiva y a la reducción o ajuste del número de habitantes del país en los términos adecuados a sus posibilidades de sostenimiento, todo esto prescindiendo de déficits o bien financiándolo a base de endeudarse para conseguir liquidez para invertir, y arrancar proyectos industriales e infraestructuras que pongan en marcha de nuevo al país lo malo es que no hay ya quien preste dinero a este desastre de país.



El desequilibrio económico ya no es por los excesos de despilfarro social y político de la era PSOE, el déficit presupuestario es ahora por motivos casi irrenunciables de cara a mantener una ligera paz social, la gestión política, y del funcionariado, de la sanidad pública, de la educación pública, y sobre todo los subsidios, tanto el de desempleo como el de jubilación, la caída de actividad ha traído consigo el desequilibrio total entre el ratio ingresos y gastos, mantener un 23% de desempleo en el que además el 45% ya es de larga duración, más los subsidios de jubilación, y ayudas para paliar los casos de exclusión social que se producen por desahucios a familias completas, que nadie tiene ya un empleo, son inasumibles para una economía en recesión.



El índice general de precios de la vivienda del INE cayó un 11,2% el año pasado, pero sólo descendió un 21,7% desde el pico en el tercer trimestre de 2007. Hay que recordar que la burbuja española era mucho más grande que otras, pero los precios sólo han bajado en alrededor de un 30%, porque la banca principal acreedora de la deuda provocada por la burbuja, no quiere o no puede, dar muchas más perdidas y está alargando lógicamente la situación a la espera de alguna salida, que no llega, que relance la economía y con ello frene las pérdidas que se reflejan inexorablemente en los balances, cada vez que se deprecian los activos.



Cómo se recuperará la economía española si el sector privado y el sector público pretenden des apalancarse al mismo tiempo, esto es irrealizable primero debe arreglarse uno y luego el otro y el orden a mi entender es arreglar primero el privado o productivo, porque el público no produce ningún valor añadido cuanto más quiera corregirse más fuerte será la desaceleración de la economía del país.



El déficit fue del 8,5% del PIB el año pasado fue un exceso enorme, pero la razón no era la indisciplina fiscal. Era necesario para evitar una caída mayor. El objetivo recientemente revisado es de 5,3% para este año y el 3% el próximo año. Así que el ajuste total del sector público que es necesario en virtud de las reglas sobre el déficit de Europa es un increíble 5,5% en dos años, esto en un país en medio de una recesión y sin tejido industrial para reactivar, es poco mas que llevar a la sociedad a la miseria mas real y abochornante de la Europa del Euro.



Si nos fijamos en el grado de apalancamiento total que queda por delante, tanto en el sector público como en el privado, la cuestión no es si la economía española rebota en 2013, sino si puede dar un rebote realmente antes del final de esta década, para España, la política de ajuste correcta sería un programa para llevara al sector privado a reducir su apalancamiento, en tres años, con el apoyo de un déficit público considerablemente alto y, eso sí, acompañado de todas las reformas económicas necesarias para emprender el despegue.



Pero para conseguir esto deberían de cambiar las directrices de hierro de la UE. España debe arreglar primero un problema y luego el otro, y el primero es evidente que debe ser la reactivación de la aportación de ingresos por medio de los impuestos a la producción, y del consumo privado, una forma de intentar equilibrar estos dos factores seria negociar hasta donde se puede endeudar España, y sobre esta base utilizar la deuda como regulador del déficit del estado que se provocará sin duda alguna, no lo duden.



El momento de abordar el déficit del sector público sería después de que se haya completado el des apalancamiento del sector privado. Si no se hace por este orden España seguirá atascada en una trampa de deuda y déficit, de la cual el 'default' será la única vía de escape. Si persiste en las políticas acordadas, terminará donde Grecia, Portugal e Irlanda, es decir, bajo un paraguas de rescate. Este es el escenario para España yo esperaba que Rajoy y De Guindos preparasen alguna salida espectacular a este dilema pero veo que o no tiene ningún as en la manga, pero no hay mucho tiempo para pensárselo porque esta situación catastrófica se verá en el inicio del próximo semestre de este año cuando terminen las elecciones francesas, griegas e italianas.

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