Posiblemente la Unión Europea se juega en Francia en las elecciones
presidenciales de aquel país, esto da que pensar y sobre todo da que pensar a
los españoles, que debemos darnos cuenta de una vez que así no vamos a ninguna
parte, somos la pelota de “ping-pong” con la que juegan Alemania y Francia en
sus ratos de ocio, porque es que además no les servimos para nada mas, ni
estamos en las decisiones no contamos en las estrategias, en fin somos un cero
a la izquierda en la economía europea.
Pero ya volveremos a esta realidad, ahora vamos a lo que nos interesa
porque nos interesa y mucho lo que traigan consigo los resultados de las
presidenciales francesas, básicamente está en juego nada más y nada menos, que
el modelo económico de Europa para el
próximo futuro si lo hay. El actual presidente de Francia, Nicolás Sarkozy,
apostó ayer por abrir el debate sobre la extensión del apoyo del mandato del
Banco Central Europeo (BCE) al crecimiento económico. Los franceses vamos a
iniciar un debate", afirmó Sarkozy.
En opinión del candidato a la reelección de la Presidencia francesa, si nosotros no cambiamos Europa, si nosotros
no creamos una Europa de producción, de inversión, no podremos tener
crecimiento. Si el BCE no apoya el crecimiento, no tendremos un crecimiento
suficiente. En la actualidad, el mandato del BCE es mantener la
estabilidad de precios en la zona euro y no incluye la aplicación de medidas
para apoyar o alentar el crecimiento. Es decir el BCE sigue ciegamente las
directrices de Alemania, a la que no le falta precisamente, crecimiento industrial
y comercial alguno.
Estas
declaraciones realizadas ayer por Sarkozy supondrían una ruptura con la tesis
que mantiene la canciller germana Ángela Merkel, quien siempre ha encontrado un
aliado en el mandatario francés. Esta tesis es la que empuja sin freno a las
encuestas que le dan a Hollande una ventaja de 10 puntos para la segunda vuelta
del 6 de mayo. Por eso, las palabras
del dirigente francés se consideraron una respuesta a su rival socialista y
favorito de los sondeos, François Hollande, quien ha manifestado su deseo de
que Europa instaure cláusulas en favor del crecimiento a su nuevo
tratado de estabilidad presupuestaria.
Es vital
para gran parte de Europa el cambio de dirección económica en la zona euro,
esto es así clarísimamente, lo que no es tan claro es porque siendo así desde
hace años, es necesario un acontecimiento
nacional de un país de la unión, para que los cimientos se puedan mover, esto
demuestra que no hay Unión Europea por mucho que intenten mostrarla políticamente
y económicamente al mundo o a los mercados como ahora se le denomina.
Así que lo
que por un lado es una crítica, por otro es una esperanza de renovación lógica y
necesaria, de la posibilidad de construir una política económica más global y
acorde con la realidad de la europa del euro, donde un 60% de su capacidad de mercado está cayendo en
picado de tal forma, que el desequilibrio que se ha creado da una relación claramente
contraria al equilibrio vital y necesario para terminar con los ataques al euro,
a las deudas soberanas, y a los déficits presupuestarios.
Si se
cuantifica en ratios económicos se detecta que la economía del euro, se centra
en un 60% en los países del norte que solo significan el 40% de la unión, y por
el contrario el 60% restante de la unión se tiene que sostener con solo el 40%
del potencial económico que la euro zona genera, esto es muy bueno para los
socios del Norte, y la muerte para los del Sur, porque además el 40% de recursos
que queda para la zona, también está mal repartido ya que el 70% está
concentrado y lo mueve Francia.
Bien esta es
la importancia de las elecciones francesas, parece que de una forma u otra, es
decir gane quien gane se verá en la obligación y la necesidad de romper la
dictadura germánica de la economía egoísta y luterana, que solo les va bien a ellos porque
sus conceptos son de severidad y miedo a las tentaciones de la modernidad, y se
basan en la cerrazón como arma defensiva, huyendo del liberalismo y la expansión más propias de la
sociedad moderna, en que creo que se enmarca la mayoría de sociedades de Europa.
Toda esta reflexión
no exime de responsabilidad a la sociedad española, que no termina de saber
situarse en la Europa moderna, siempre he dicho que por los avatares de la
historia, España ha sido como un apéndice de Europa unas veces molesto y otras
prácticamente inexistente. Y la verdad es que por unas razones u otras España ha
preferido esto, estar ajena a los acontecimientos europeos que no participar en
ellos. Esto nos provoca dos problemas, uno que no nos tienen en consideración nuestros
vecinos, y otro el peor, es que no hemos cambiado nuestro modo de ser y de
pensar, y seguimos tan encerrados en nuestro anacronismo que todo lo que nos
viene de fuera lo rechazamos.
Europa puede
cambiar en un par de meses, puede ser la salida al estancamiento actual bien
por el cambio de políticas o por la rotura definitivamente de la Unión, sea
como sea, España deberá posicionarse claramente y para ello es preciso que sepa
primero reconstruirse interiormente, no podemos seguir jugando a ser de todo,
que si fascista, que si republicana, que si monárquica, que si nacionalista,
que si de derecha o de izquierdas, hay que decidir hay que ser ante todo
abiertos a la sociedad que nos rodea, hay que formar parte de Europa, de la Europa
que quede después de mayo, pero hay que tomar partido y no volver a quedarse detrás
de los pirineos encerrados pensando que ya nos llamaran, esta vez les digo que
o nos implicamos e intervenimos o no nos llamara nadie.
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