La
inoperancia y la increíble estupidez de los políticos españoles que nos
intentan gobernar, están planificando la próxima revolución social en España,
ya no es la inseguridad económica solamente la que está empujando a los
capitales locales y extranjeros a huir desaforadamente del país, hoy puedo
afirmar que además el capital ha descubierto que España se encamina hacia el
levantamiento y la revolución social que iniciara el cambio político del siglo
21.
El
tiro de salida lo ha dado el Gobierno, quizás sin darse cuenta, cuando ha
previsto que destinará un total de 28.503,12 millones de euros al pago de
prestaciones por desempleo este año, lo que representa un 5,4% menos en
comparación con 2011, según consta en el proyecto de Ley de Presupuestos
Generales del Estado (PGE) para 2012. En concreto, el gobierno prevé que en 2012 se destruyan 631.000 empleos, lo que supone
que el año se cerrará con 5,6 millones de parados y una tasa de paro del 24,3%.
No
obstante, se presupuesta que el pago será menor que en 2011, como puede ser
esto, en parte, porque muchos parados ya han agotado su prestación. Y muchos más
dejarán de percibirla, otros podrán beneficiarse de la ayuda de 400 euros del
Plan Prepara, destinada a los parados sin ingresos, pero que indudablemente es
una cantidad muchísimo menor que el primer estado de subsidio de desempleo.
El
Ejecutivo lo justifica porque el "elevado" gasto en prestaciones por
desempleo registrado en los últimos años ha provocado que el Servicio Público
de Empleo Estatal (SPEE), organismo que hasta 2007 se autofinanciaba con cuotas
de empresarios y trabajadores, "requiera de importantes aportaciones del
Estado para su financiación", y tal como están las arcas del estado, los
técnicos del ministerio de hacienda han decidido guiados únicamente por la
solidaridad numérica, que la
contribución del Estado para 2012 será de 13.306,5 millones de euros,
frente a los 15.780,01 millones de euros presupuestados inicialmente para 2011,
lo que en términos relativos implica una reducción del 15,6%. Yo no sé de dónde
sacan las cuentas o ni siquiera sé si las entienden o las piensan de verdad,
pero yo me he permito con los datos publicados hoy tras hacerse públicos los
PGE, hacer un ejercicio de la cuenta de la vieja y me he asustado.
Del
total presupuestado para este año en desempleo, 20.060,4 millones de euros se destinarán al pago de prestaciones
contributivas, lo que permitirá dar cobertura a 1,390.000 de desempleados.
Mientras que 8.442,6 millones de euros se dedicarán al nivel asistencial
(subsidio por desempleo, subsidio REASS, renta agraria y renta activa de
inserción). En concreto, dentro del nivel contributivo, para el pago del
subsidio por desempleo (incluida la renta agraria) se dedicarán 6.606,7
millones de euros, con una previsión de 1.143.000
beneficiarios. El subsidio REASS contará con una dotación de 737,88
millones de euros, con una previsión de 140.000
beneficiarios, en tanto que la renta activa de inserción (RAI) dispondrá de
1.098,04 millones en 2012, lo que permitirá atender a 220.000 beneficiarios.
Prescindiendo
ahora de las cantidades a percibir por los desempleados subsidiados lo
escalofriante es ver la suma de personas con posibilidad de subsidio así que
tomando todas las categorías sus beneficiados afectados suman un total de 2.893,000 desempleados, si el gobierno
presupone que acabara el 2012 con 5.600,000 desempleados resulta obvio que
tendremos en España una población sin
ningún recurso de 2.700.000 personas, que si calculamos que detrás de cada
desempleado hay de media 2,5 personas dependientes, nos da una cifra de más de 6,5 millones de personas sin cobertura de
ninguna clase.
Esta
cifra es realmente insostenible e irrecuperable como vengo repitiendo en varios
de mis artículos ya publicados,
francamente así se entiende que el mercado de valores se desmorone, que el
capital huya despavorido, que la CE diga que en España hay algo más que una
crisis económica, aquí lo tienen, aquí está el autentico desastre nacional y
está claro, o se recompone la situación demográfica-económica o vamos
derechitos a la primera revolución social occidental del siglo 21.
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