La
extraña situación que estamos viviendo con la resolución de los problemas
económico-financieros de España, hace que las palabras que el gobierno pronuncia
diciendo que la crisis ha tocado fondo, no tienen credito alguno al igual del
credito financiero que tampoco fluye, no hay creación de empleo neto, las
pensiones están pagando los subsidios de paro (el mundo al revés) etc. me lleva
a la reflexión de que nuestra economía está atrapada en un craso cumulo de
errores de conceptos y bases económicas y financieras, impropias para nuestra
realidad económica.
España
está embarrada en acciones correctivas obligadas o no, que no han sido ni son
ya de eficaz aplicación, pero desgraciadamente los economistas y políticos no
encuentran alternativas y vaya por delante que en parte es porque son medidas
para reflotar economías fuertes pero en crisis, y España desgraciadamente tras
el fiasco de la economía del ladrillo no tiene economía que reflotar, la tiene
que construir lo cual es muy distinto, así las cosas lo único que se ha
conseguido es parar la caída pero de aquí a reflotar va un mundo.
Aun
a sabiendas de este hecho, prosiguen las luchas ya casi fratricidas entre los
creyentes de unos u otros conceptos a aplicar, y como se está demostrando día a
día no funcionan ni unos ni otros, porque en definitiva se contrarrestan, esto
es un efecto natural en todas las cosas de la vida, cuando uno sube otro baja
irremediablemente, en verano hace calor en invierno hace frio, y así todo
funciona igual en esta vida, lo malo es cuando uno pretende subir y bajar al
mismo tiempo, el resultado es que se estanca en un peldaño y ahí se queda,
hasta que rompa la tendencia de querer hacer las cosas sin el orden debido.
La
cosa es complicada porque en el fondo, nadie quiere reconocer lo que ha pasado
para llegar hasta donde estamos, y si no se quiere tener o poner en claro el
punto de partida, tampoco se tiene claro el punto de llegada, dicho de otro
modo, si no se sabe cómo nos metimos en esto, tampoco sabremos cómo salir, lo
dicho las correlaciones no funcionan y cuando se toman medidas es muy probable
que estas no prosperen porque no hay correlación con la causa del problema. Mal
que me pese porque es conocida la antipatía que profeso por la Canciller
Merkel, ella tiene razón cuando sostiene: “No se puede arreglar la deuda con
mas deuda” cierto y creyendo en esta máxima como en Dios, su teoría se cierra
en un solo concepto: reducir deuda.
Bien
esto parece y es lógico, ya tenemos una correlación clara ahora nos falta la
otra la que complete la reacción de bajar la deuda existente, y aquí empiezan
las divergencias. Para una economía como la alemana la cosa es sencilla, con
reducir sus gastos tiene bastante, porque su generación de ingresos o saldo
comercial sigue siendo positiva, a pesar del parón de la economía, así que sin
hacer nada mas con el tiempo reducirá su deuda.
Pero
qué pasa con España, aquí la cosa no funciona así, sin entrar en criticas del
porque o él como, la realidad es que nuestras deudas son una realidad que se
retro alimentan cada día más, porque con los recortes, la caída del consumo y
el desempleo cada día aumenta el diferencial entre coste de deuda y posibilidad
de consecución de ingresos, también aumentan cada vez más y la receta alemana
por eso no funciona, y por tanto si seguimos así, nos endeudamos cada vez más,
porque a medida que van reduciendo gastos, les va subiendo el desempleo, se
deteriora el consumo y por tanto la generación de riqueza, y lo peor, los
intereses de la deuda siguen subiendo (de momento solo en cuantía pero pronto
lo hará también su coste de interés) y nosotros tendremos que pagarlos.
Azuzados
por la presión de Alemania y de los mercados, (que siguen también sin
entenderlo hasta que se queden sin gallinas de los huevos de oro para
sobrevivir) a los países ahora llamados problemáticos, se les exigen
sacrificios durísimos, lo cual me parece bien, pero falta la correspondiente
reacción. Al sacrificio de la reducción de gasto, debe hacerse paralelamente la
reactivación de la economía, de lo contrario al acción de reducir gastos se
contrarresta con la de reducir ingresos, resultado, la acción resulta nula por
completo, el objetivo perseguido, la deuda, sigue aquí y aumentando.
Y
como punto final un aviso al gobierno de España, os estáis equivocando como
siempre. Antes de incrementar crear y recomponer impuestos, hay que crear
impositores, de lo contrario lo que haréis es coger un mísero pan para hoy y
mucha hambre para mañana.
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