Tercer
toque de atención de tres posibles (Pleno). La Comisión Europea nos da este
miércoles una nueva (y última) advertencia a España por la acumulación de
desequilibrios económicos, a pesar de los esfuerzos realizados tras varias
tandas de recortes, reformas, y mentiras matemáticas. La jugada, como casi todo
últimamente, no da resultado ya no engaña a nadie porque está plagada de
claroscuros. No habrá sanciones, al
menos hasta primavera: Bruselas valora el esfuerzo realizado, y lo peor bajo mi
punto de vista, es que presenta a España como ejemplo dentro del pelotón de los
países rescatados o sea de los del pelotón de los tontos, del que saldrá en
breve con casi total seguridad, sin especificar hacia donde estará la salida.
A
la vez, constata que la crisis va para largo y que la economía se enfrenta a
una lenta digestión, plagada de riesgos, tras una década de empacho con la
burbuja inmobiliaria y otros excesos. Pero algo ha
cambiado: no todo son amonestaciones. El Euro grupo (la reunión de ministros de
Economía del euro) dará mañana por finalizado el rescate bancario español, que
ha tenido la política económica bajo estricta tutela de los socios en el último
año y medio, esto significa que nos dejan rodar solos y cuesta abajo la cuestión
es si esto se debe a que vamos a frenar o todo lo contrario se apartan para que
el golpe no les alcance a ellos.
Madrid
quería una victoria política y las circunstancias le son propicias, para
presumir de ella a pesar de que a la banca le queda por delante, al igual que
al resto de la economía, un largo invierno de descontento y de desconcierto.
Aun así, el Euro grupo se guarda una baza. Dará un mensaje muy positivo sobre
el examen del rescate español,
pero tomará la decisión formal al respecto con posterioridad al cierre del
programa, en las primeras semanas de 2014, según fuentes europeas. Los socios
quieren ver la última revisión del rescate. Y evitar sorpresas en otros
flancos, como en el déficit público.
Bruselas
constatará este miércoles, según varias fuentes, que España presenta unos números
pésimos en cinco indicadores de los 11 que evalúa. La mejoría del déficit
comercial permite un cierto respiro y parece lo único reconocible. El informe
no contiene recomendaciones, pero describe un rosario de dificultades que
oscurecen la salida de la crisis: Bruselas pone el acento en los desajustes relativos
al elevado nivel de deuda privada (en torno al 200% del PIB), y afirma que el des
apalancamiento (la reducción de esa deuda) no es tan rápido como se esperaba
debido a la recesión y al proceso de ajuste. Subraya el rápido crecimiento de
la deuda pública, que va camino del 100% del PIB. (Lo que significa que la
deuda total es del 300% del PIB).Y advierte de que la corrección del sector
vivienda todavía no está solucionado: y parece que los precios seguirán
cayendo. El informe, además, señala los dramáticos costes sociales de la
crisis, que se traducen en niveles de desempleo propios de una gran depresión.
Con
todo lo anterior bien digerido y mirando hacia adelante yo veo muy claro que
Bruselas nos dice más o menos. Os hemos evitado la quiebra de vuestra economía pera
que no ocasionase por efecto cascada la de toda la zona euro, pero hasta aquí hemos
llegado tenéis los tres bancos sistémicos BBVA, Santander y Bankia salvados por
los pelos, pero esto no quiere decir que estéis como país con la economía rehecha,
sino todo lo contrario, los peligros de que se tuerza irremediablemente son más
que no que se recupere, pero a partir de ahora si esto ocurre el euro grupo ya nos
sentimos libres de cargar con vuestros desastres.
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