jueves, 28 de noviembre de 2013

MADRID Y PARIS NOS PONEN UN TREN DE MEDIA VELOCIDAD PERO LO CONVERTIREMOS EN UNA MUY ALTA RENTABILIDAD


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reafirmado este miércoles el calendario de finalización de las obras de la línea de la Alta Velocidad entre Barcelona y Perpiñán y con ellas la entrada del servicio el próximo 15 de diciembre del trayecto directo entre Barcelona y Paris. En rueda de prensa conjunta del jefe del ejecutivo español y su homólogo francés, François Hollande, Rajoy se ha congratulado de la noticia porque por primera vez el AVE conectará Francia y España y ha proclamado además que la conexión "reafirma a Catalunya como a eje de interconexiones" entre ambos países.

Muy bonitas palabras que van en busca de una medalla de honor, porque lo cierto es que lo que Madrid y París ponen en marcha, es un sucedáneo de la “Alta Velocidad” o quizás mejor expresado una conexión ferroviaria a “media velocidad”, quien se guarda la otra media no queda claro, yo que he revisado el trazado creo que se la guardan una parte, cada capital aunque oficialmente se diga que es un tramo en Francia.

Es otro claro ejemplo de tomadura de pelo a Catalunya tanto por parte de Madrid como por parte de París, lo de Madrid se entiende pero no tanto lo de París, porque ocurre esto, pues creo que por el mismo problema, en una parte y en la otra,  en ambas partes de la barrera natural de los Pirineos, se encuentra la misma cultura y la misma identidad catalana, y esto para ambas capitales, paradigmas del centralismo de estado es muy peligroso. Si Madrid teme la independencia de la Catalunya española, Paris teme que si esta llega, la nueva Catalunya movilice por mimetismo a su Catalunya medio dormida.

De todas maneras, asistimos a un auténtico logro histórico en materia de interconexiones entre  España con el resto de Europa", y de momento esto es lo que debemos de celebrar. Aunque sea a media velocidad España se acerca a europa y europa a España, y en medio Catalunya como siempre, y no lo digo en sentido peyorativo sino todo lo contrario, Catalunya siempre ha estado ahí, anclada casi como una bisagra que permitía abrir y cerrar la puerta del europeísmo y del españolismo tanto en un sentido como en el otro.

Abrió la entrada a los Visigodos, un pueblo de los considerados barbaros por los romanos, y que procedentes del este, se fueron trasladando a lo largo de los siglos III y V por todo el sur de Europa de oriente a occidente, convivio con los francos que se habían asentado al otro lado de los pirineos, cerro la invasión musulmana que había invadido la península Ibérica  formando parte del imperio Carolingio, posteriormente cerro la península ibérica como parte integrante de la corona de Aragón, al convertirse en la España tal y como ha llegado hasta estos días, fue puerta de entrada y de salida a la Francia de Napoleón, y sirvió también de entrada y salida de personas huidas de las guerras de España y de Europa. Así que ahora que nos pongan por fin un tren de ancho de vía internacional no nos extraña en absoluto, ahora que nos lo quieran vender por alta velocidad ya no podemos admitirlo, simplemente es un tren que va más deprisa pero lo importante a mi entender es, metafóricamente hablando, hasta donde lo haremos llegar.

Y digo esto porque el presidente español destacó asimismo que la puesta en servicio de este nuevo AVE transfronterizo "reafirma a Cataluña como eje de las interconexiones hispano-francesas". Esto es muy aventurado por su parte decirlo, antes de aclarar la situación de desencuentro que entre España y Catalunya estamos viviendo estos últimos años, lo digo porque es posible que esta conexión sea más una conexión de Catalunya Europa por Francia, que no una  conexión España Francia, porque si seguimos por el camino de la independencia catalana nosotros, y la intransigencia española amenazándonos constantemente en dejarnos fuera de europa, Catalunya tendrá muy claro desde ese primer momento hacia donde buscar la conexión y hacia donde complicarla lo más posible.  

Desde luego después de este largo enfoque de la cuestión veamos dos cosas. Una porque el tren que deberá conectar Barcelona y Paris no es un (AVE o TGV) aunque sean estos modelos de trenes los que realicen el trayecto, pues sencillamente por los tiempos de viaje que son inasumibles por el concepto de Alta Velocidad, verán ustedes de Barcelona a Paris hay 1000 kilómetros y la velocidad media de un alta velocidad esta o debería estar en 300 Km./ hora, esto nos dice que el trayecto debería durar 3horas y 20 minutos, si añadimos unas paradas intermedias pongamos unas 4 horas, la previsión que da el anuncio de puesta en funcionamiento es de 6 horas y media, más de un 50% de lo debido

Pero vayamos al lado positivo la conexión, aunque lenta, es extraordinaria sobre todo para Catalunya veamos cuales son:

5 relaciones diarias por sentido:

- Barcelona-París, en 6 horas y 25 minutos,

- Barcelona-Toulouse, 3 horas, desde 39 hasta 77 €

- Barcelona-Lyon, 4 horas y 53 minutos, desde 49 hasta 114 €

- Barcelona-Marsella, en 4 horas y 17 minutos, desde 49 hasta 100 €

Dado que el problema de la velocidad se circunscribe en un trozo del trazado francés por lo que nos dicen, es de suponer que algún día se bajaran estos tiempos, pero lo importante es que Barcelona, Lyon, Marsella, y sobre todo Toulouse, estarán a solo tres horas de viaje esto abre una zona de gran importancia para los negocios y todo tipo de actividad industrial, que se apoyara en las infraestructuras logísticas de Barcelona principalmente cuando este en marcha completamente el corredor ferroviario del mediterráneo.

Con estas perspectivas la inquietud soberanista de Catalunya crece exponencialmente,  porque casi se puede decir que una cuarta parte de Francia será un mercado de proximidad, y me refiero en ambas direcciones es decir Catalunya será también un mercado casi natural para todo el sureste de Francia, por eso mi apreciación anterior de que el tren de “mediana velocidad” que se inaugurará el 15 de diciembre será lento, pero el provecho y el alcance de sus ventajas, pueden ser para Catalunya descomunales.

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