domingo, 17 de mayo de 2015

LA REALIDAD PARECE QUE HARA CAMBIAR LAS RELACIONES LABORALES EN LA UE



Ya hace días que las noticias sobre la economía alemana va dando claves muy claras de que se está agotando y como mis seguidores saben mi opinión, que es que se agota no porque la paren ellos, sino porque la paramos el resto de la UE eso si por su culpa el agotamiento general de la sociedad de la UE hace que no haya consumo el proceso de recesión que intenta combatir el BCA con la inyección de euros cada mes no funciona ayer se leía en la prensa especializada que los bancos vuelven a ingresar millones de euros en los depósitos del BCE es decir prefieren pagar por estar seguros que arriesgar su dinero para tener algún benéfico.

Y esto no puede ser si la banca pierde su principal negocio que es el diferencial del interés de los préstamos al consumo y a la inversión que negocio les queda para que queremos los bancos, además en una década el 30% del negocio bancario (pagos y préstamos al consumo) estarán en manos de las empresas telefónicas a través de las aplicaciones para la telefonía móvil. Esto además de cambiar los flujos por donde hasta ahora corría el dinero obligara a cambiar el esquema de inversiones es ya un sistema afianzado aunque a pequeña escala el préstamo o inversión directa es decir capital que invierte directamente a un proyecto sin pasar por intermediario alguno.

Por otro lado los políticos van pregonando una y otra vez que las cosas van mejor que la crisis se terminó y que hay que hacer la recuperación de la economía y posiblemente ese canto de sirenas, ha dado paso a una oleada de huelgas de colectivos clave en Alemania ha puesto en evidencia en las últimas semanas el creciente desfase de un sistema de diálogo social entre patronal y sindicatos considerado hasta ahora como modélico.

Los educadores de las guarderías municipales de toda Alemania están en huelga indefinida desde hace una semana y, mientras decenas de miles de padres y empresas en la mayor economía europea tratan de minimizar las consecuencias, la negociación colectiva permanece bloqueada. Este grupo de 240.000 empleados es el último en ponerse en pie de guerra laboral en lo que va de año, prolongando una lista ya generosa que no cesa de crecer, provocando entre la ciudadanía comprensión y sorpresa, pero también indignación.

Recopilando sólo las más significativas, 2015 arrancó con paros de advertencia en el metal, a los que siguieron las huelgas del personal de seguridad de los aeropuertos, las de los pilotos de Lufthansa y Germanwings, las protestas de los trabajadores de Amazon y el Postbank, la de los maquinistas de la Deutsche Bahn, y la de los empleados de Correos y de Prosegur. En apenas cinco meses se han acumulado ya más de 350.000 días de huelga en Alemania, más del doble que en el conjunto del año pasado, según un estudio del Instituto de la Economía Alemania (IW) de Colonia.

De prolongarse esta tendencia, este centro de estudios considera probable que se superen los 430.000 días de protesta laboral este año, lo que supondría rebasar la mayor cifra desde 1992, obtenida en 2006. El lastre para la economía es evidente: sólo la huelga de maquinistas provocó pérdidas de hasta 750 millones de euros para la economía alemana, según Stefan Kipar, economista jefe del banco BayernLB, lo que podría reducir en una décima el crecimiento en el segundo trimestre.

¿Qué sucede en Alemania para que se dispare la conflictividad laboral? Los expertos apuntan una constelación de elementos que comprenden desde la sólida evolución de la economía hasta la atomización del mundo sindical, pasando por la progresiva complejidad de las relaciones laborales. La mayor economía europea, que según todas las estimaciones crecerá este año por encima del 1,6 % que repuntó en 2014, disfruta de una tasa de desempleo en mínimos desde la reunificación a la vez que su población con empleo ha encadenado nueve años consecutivos al alza, rompiendo todos los récords.

Esta situación real más los discursos triunfalistas de los políticos anima a los trabajadores a elevar sus reivindicaciones, especialmente tras los peores años de la crisis, en los que se impuso la contención salarial debido a los problemas en Europa. El Ministerio de Economía alemán prevé que los salarios netos avancen este ejercicio un 2,8 % de media. Pensemos que la OCDE y los sindicatos españoles se han peleado por un aumento salarial de un triste 1% este año y un1.5% para el próximo. Además, algunos expertos han apuntado que las cuestiones que enfrentan a empleadores y trabajadores no son meramente salariales, como en el pasado, sino más profundas y complejas.

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