domingo, 6 de septiembre de 2015

HASTA EL 28S LOS MERCADOS FINANCIEROS NO ESTUDIARAN QUE HACER EN CATALUNYA



Los interesados elogios a la recuperación de la economía española hechos por el gobierno Rajoy y algunos otros gobiernos de la UE, interesados en no crear otra Grecia, han dejado paso a un creciente escepticismo entre los inversores internacionales. Dese España se pretende ahora esconder la realidad de la verdadera economía de España, para ello se utilizan  las convocatorias de elecciones en Catalunya, (con la  amenaza anexa de declarar su independencia) y el incierto resultado que presentan las elecciones generales españolas que se celebrarán antes de fin de año. Ambas dibujan un escenario de inestabilidad política que suscita dudas entre los inversores internacionales.

Solo en junio, apuntan los expertos, el capital internacional retiró 21.000 millones de euros del mercado español. Las decisiones de inversión se aplazan a enero, a la espera de que el escenario político se aclare. No veo nada de extraño en esto, es lo normal y esto pasaría y pasa en cualquier país europeo que se preparase para unas elecciones generales de muy incierto resultado, y otras que pueden dar paso a que el país pierda el 20% de su riqueza nacional, la cosa no es para menos que tomar precauciones, pero esto no pasa de aquí, el capital recogido ahora no hace más que refugiarse hasta que pase la incertidumbre de no saber que dirección tomara España y Catalunya

De esto no tiene la culpa el independentismo catalán porque este no plantea ninguna variabilidad de alternativas, el inversor sabe muy bien que al final deberá decidir si reinvierte en un nuevo país y una nueva economía, o debe acomodarse solo a la economía española, no hay más caminos. El problema está en la economía española donde se presentan muchas más variables: Si será un nuevo país con un PIB un 20% más débil, si la composición de su nuevo gobierno será tan obediente a las tesis alemanas, o será más revolucionario con políticas más populistas y de izquierdas, esto nos lleva a pensar en reacciones hoy imprevisibles por parte de España.

Que hará el gobierno actual ante una más que posible pérdida de ambas elecciones, lo aceptara democráticamente, o tomara el camino que ya se tomó en 1936 amparándose en que con una parte del país declarándose independiente y la otra declarándose populista de izquierdas, alguien tendrá que poner orden, este es el riesgo que ven los inversores extranjeros no le den más vueltas, no tienen nada que ver las elecciones catalanas ni tampoco las españolas, lo que despista a los inversores es la reacción del partido hoy en el poder que es, como todo el mundo sabe, el heredero de la derecha nacional que facilito el alzamiento nacional años atrás.

Hasta hace apenas unos meses, los inversores pujaban por tener posiciones en el mercado español. La larga crisis que había sufrido la economía española había abaratado el precio de inmuebles, acciones y empresas hasta niveles que los inversores internacionales consideraban más que rentables. La situación ha variado considerablemente a lo largo del verano. No se niegan las mejoras que registran los datos económicos, pero sí aparecen en el escenario elementos de inestabilidad política que suscitan dudas. Y con ellas, muchas preguntas sobre los posibles escenarios resultantes consecuencia de las consultas electorales a la vista.

Yo aconsejaría a los medios económicos afines al PP (que ahora son todos) que no jueguen a pirómanos, esto no hace más que quemar el culo a España en contra de lo que pretenden que es que se lo quemase solo a Catalunya, y esto es así porque siguen sin darse cuenta que para el mercado internacional Catalunya todavía no existe y que no se sabe si existirá, sin embargo si siguen leyendo oyendo y viendo los nervios que reflejan los políticos españoles ante la incapacidad ya manifiesta de reconducir la incertidumbre de lo que puede suceder tras el 27S, las pérdidas de confianza a España crecerán, y les repito que esto a Catalunya no le hace ningún efecto, porque hasta ahora, Catalunya es un problema español y solo afecta a España, a partir del 27S las cosas pueden cambiar y si ganan los partidos secesionistas las elecciones, entonces si los inversores internacionales empezaran a calcular opciones sobre inversiones o no en Catalunya como una nueva economía.

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