sábado, 12 de abril de 2014

A LA POLITICA ESPAÑOLA MANTENER VIVO EL CONFLICTO CATALAN LE CONVIENE



Ni con las trampas que se incluyen en  los numeros de la economia nacional en este 2014, que en el fondo son la reafirmación de la recesión del 2013, se puede ocultar que España se ha “parado” el país está desempleado al igual que los más de 6 millones y medio (4.5 oficiales y el resto ya olvidados) esto nos sitúa  irremediablemente en un nivel social y económico que es muy inestable y que tiene un 80% de posibilidades de volver a caer otra vez en crisis profunda y solo un 20% de mantenerse estable en este caos por lo menos por 10 años más. La sociedad tiene que tomar conciencia de ello, porque es evidente que el gobierno de España no lo piensa ni explicar ni hacer nada al respecto.

Las cifras se mire lo que se mire, son escalofriantes, y ya les digo yo que irrecuperables por el nivel de nuestra estructura económica, posiblemente esta situación, es lo que unido a otras circunstancias más sociológicas y humanas, han hecho que en Catalunya salte la sorpresa inesperada del clamor social de querer segregarse de un contexto nacional, que aparte de que no nos ha querido nunca, ahora además ni podemos, ni no nos puede sostener económicamente dentro de unos parámetros que por separado Catalunya si puede lograr.

El análisis de la situación es absolutamente negativo para España que por muchas vueltas que le dé desde el gobierno de Madrid, la FAES, y el PP y PSOE juntos, los números son los números y estos no engañan, España no podrá pagar la deuda soberana que va acumulando por varios motivos básicos. Uno porque cada vez produce más deuda (este 2013, llegara al 100% del PIB). Dos porque cada vez recauda en proporción menos ingresos tributarios. Tres porque cada vez tiene que pagar más intereses y subsidios (pensiones y 26% desempleo). Cuatro porque sus grandes empresas ya no pueden depender del mercado español, y se han des localizado casi todas, por lo que no ingresan en hacienda. Quinto porque Europa no la va a ayudar más, hasta que España cambie por completo, no solo su economía sino su propia estructura de estado.

Y esto último es lo que desde hace ya dos año intenta evitar el PP y su gobierno, porque el cambio que necesita España es otra manera de gobernar, de hacer política y de hacer economía, y el gobierno de España, lo he dicho muchas veces, es especial, tanto da que sea de derechas como de izquierdas, les das los votos se encuentran en cúspide en la corte imperial, y se creen que realmente tienen a su disposición un imperio inagotable, y una sociedad que además les debe obediencia ciega y agradecimiento por tener la suerte de ser españoles, y de haberse dilapidado los tesoros de medio mundo sin sacar ningún provecho de ello.

Es tan especial la forma de hacer política en España por parte de los políticos nacionales, que ahora están callando todo el desastre económico y se centran en cabrear a toda la sociedad con leyes de educación que todo el mundo rechaza, con tribunales que juegan a entorpecer la justicia, pero que llenan artículos de opinión que distraen a las masas, y la más entretenida de todas, combatir la idea secesionista catalana, hay momentos que siento que les ha ido de perlas este encontronazo, porque ya no se habla del paro, de la banca, de que el año que viene será en realidad peor de soportar por la sociedad que este. Ahora el gobierno y las esferas influyentes españolas están día tras día combatiendo la idea de segregación de Catalunya, no de cómo pararla ni de cómo sacar España del pozo en que se encuentra.

Lo más curioso es que para incidir en ello no hacen más que querer demostrar que la que se equivoca es Catalunya, que está tomando unos derroteros injustificados, pero esta no es la realidad la realidad es totalmente lo opuesto, es España la que no puede prescindir de Catalunya. Si esta realidad no le diese vergüenza admitirla podríamos hablar de terceras vías pero desde luego esta tercera vía no debe facilitarla Catalunya sino España porque es a ella la que le interesa política y económicamente.

Pero España no dará jamás su brazo a torcer así en vez de intentar apaciguar la tensión, el camino optado por la política española es el ataque, la denuncia, el impulsar el miedo, y lo más curioso es que es tanto el interés que en ello ponen, que tal parece que mas que asustarnos, intenten ir preparando como justificarse de que no tienen la culpa de que Catalunya se segregue, se intenta desmentir hechos, cifras, opiniones, con interpretaciones peregrinas, como para querer hacer ver a la opinión pública y política nacional e internacional, que estamos equivocados, que España no nos echa que somos nosotros los que nos queremos ir, claro que en esto si tienen razón porque  ante la perspectiva real de lo que nos espera si nos quedamos lo mejor es intentar irnos cuanto antes.

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