Parece
increíble que tantos expertos: economistas, políticos, estadísticas,
demográficos, estén asombrados ante las tremendas cifras de desocupación de la
juventud en nuestro continente, yo creo que no es posible que sea real su
sorpresa, sino un mero teatro especulativo y que solo trata de confundir a la
opinión pública haciéndola creer que las cosas están fuera de su control, es
casi como decirnos que es el destino o las circunstancias la que llevan a esta
situación, me da rabia ver día a día las declaraciones de intenciones y
propuesta de medidas sin sentido, que desde todas las cancillerías europeas y
desde la propia comisión central se exponen, al final solo llegan a una salida,
las subvenciones, “la caridad mal entendida” cosa que no soluciona nada sino
todo lo contrario lo pospone y lo agrava cara al futuro.
La
explicación del desempleo juvenil no es otra que en la actualidad la sociedad
ha hecho desaparecer el propio “trabajo joven e inexperto” aquel en el que no
hace falta experiencia, aquel que forma poco a poco a un joven en un trabajador
ordenado y con la comprensión adquirida prácticamente de que es necesario
empezar a andar para llegar a algún sitio, son varios factores los que han
ocurrido para que esto suceda uno es la elevada tecnificación, otro es que la
industria manufacturera se ha marchado a otras latitudes, y la más importante a
mi entender es que los papas han maleducado a sus hijos e hijas, en la idea de
que hay que ser rico y triunfador a la primera de cambio.
Es
evidente que la empresa es muy fría, su misión es ganar dinero y por lo tanto
no se la puede acusar de toda la situación creada, las empresas han dejado
abandonado el trabajo fácil y por lo tanto mal pagado, porque nadie los quería
hacer. Europa se ha quedado solo con grandes empresas muy tecnificadas que
encima de ganar mucho más dinero, cada vez necesitan menos mano de obra, y esto
se traduce en que los que sobran son los que no tienen la suficiente estructura
laboral, que aporta la responsabilidad y la eficiencia que solo se adquiere
tras años de aprendizaje laboral mal pagado (pero pagado al fin y al cabo)
Hoy en día
solo vemos trabajo juvenil en Alemania y en el mundo anglosajón y nos asombramos, no sé porque, allí hay trabajo
juvenil porque hay empresas y producciones jóvenes, en constante evolución en
transformación continua y así mientras unos obreros especializados acumulan y
asientan productos y producciones, otros mal pagados aprenden con otras
funciones más sencillas, que los preparan para ir relevando los empleados que
terminan su camino laboral, lo más importante es que allí la sociedad lo
entiende, y los padres también, así que cuando un joven le ofrecen un trabajo
mal pagado y de baja calidad, lo que le dicen es que lo coja ya y empiece a
aprender dos hechos fundamentales, uno a trabajar y otro a darse cuenta que es
necesario trabajar para vivir mejor y autónomamente.
Aquí en
nuestro país, la cosa esta me temo yo completamente fuera de control también
por varias causas que intentare analizar: veamos una es el tremendo exceso de
mano de obra sin trabajo que acumulamos, gracias a la nefasta década del
2000/2010 cuando trajimos siete millones de trabajadores, para hacer los
trabajos que los españoles decidimos que no debían hacer nuestros jóvenes,
porque ya habíamos pasado muchos de nosotros por ellos, y ahora que empezábamos a ser ricos nuestra juventud
no debía rebajarse a “ensuciarse” por un salario de “pobre”, a esto se añadió
que las empresas (pocas) españolas, decidieron que era más rentable dejar de
fabricar según qué cosas, e importarlas mucho más baratas de otras procedencias
y así obtener mejores beneficios y naturalmente nos desindustrializamos.
Como
ejemplo muy claro: la información sobre contratos, servicios, averías, y
acciones o direcciones españolas, se trasladaron telefónicamente a Marruecos,
Latinoamérica, etc. Hay algo más
sencillo y a la vez más ridículo que sacar este trabajo fuera del país quitando
cientos de puestos de trabajo a jóvenes, increíble pero ha sido así, y no hay
que achacar la responsabilidad de estas acciones solo a las empresas es que en
su momento nadie en este país quería hacer estos trabajos.
Hoy la realidad es la que es, hay un 45% de
paro juvenil que no tiene la mas mínima posibilidad de encontrar trabajo,
porque físicamente este trabajo no está aquí,
ya pueden clamar, ya pueden subvencionar lo que quieran, no hay solución
salvo una, crear empresas especiales de manufactura y servicios baratos, que
puedan ofrecer trabajo mal pagado pero trabajo al fin y al cabo, y a partir de
aquí que cada cual se mueva y espabile buscando salir hacia otros caminos, pero
desde un sueldo y una educación laboral. No entender esta realidad es como
cerrar los ojos y pensar que lo que te asustaba ha desaparecido.
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