Es evidente y
alarmante que desde que empezó el siglo 21 España va muy deprisa, pero hacia atrás,
en tan solo catorce años, hemos pasado de ser un milagro económico y político,
a la pobreza social y económica más
absoluta, y porque no decirlo, a la dictadura institucional más profunda, eso sí,
disfrazada de mayoría absoluta democrática.
Empezamos el
siglo bajo el gobierno de derechas del PP y José Mª Aznar como presidente, en 2004 España dio un
vuelco político radical y quedo en manos de los socialistas de izquierda (si
bien moderada) de la mano de Rodríguez Zapatero y ahora hemos vuelto hace ya más
de dos año a la derecha del PP (esta vez mucho mas derecha) y nos está llevando
de la mano a través de una pantalla de plasma y del libro de la constitución el
presidente D. Mariano Rajoy.
Como podemos
ver han participado todas las tendencias políticas y la conclusión es que nadie
es capaz de decidir quien lo ha hecho peor, porque la realidad hoy es esta,
España fue durante muchos años una dictadura que cuando se termino la convirtió
en un “reino con una estructura política increíble, los españoles que aguantamos
bien la dictadura, tanto que esta se permitió hasta el lujo y la novedad de
crear y decidir su herencia volviendo a España hacia esta forma de estado incomprensible
e ineficaz a todas luces.
La política
post-franquista dirigió unos años el sistema de gobierno hasta crear la nueva
constitución y establecer oficialmente y legalmente la “democracia dictatorial constitucional”
creando las condiciones pertinentes para que siempre siguieran mandando los
mismos por los siglos de los siglos, eso si esta vez repartidos en dos partidos
políticos que se dedican a alternarse en el gobierno haciendo y deshaciendo las
leyes o programas que el otro ha hecho, así resulta que al final de estos años
estamos exactamente en el mismo sitio que nos dejo la dictadura.
Y la nueva
España que como podemos ver de nueva no tiene nada porque de hecho nos han
devuelto a 1902 con rey y todo y que salvando las diferencias lógicas del
tiempo estamos recorriendo los mismos hechos y caminos que se recorrieron desde
aquella fecha, desorden, descontrol, desanimo, y desequilibrios social, nula
industrialización, incapacidad de gobierno, nula influencia internacional,
ruina y al final como es lógico miseria nacional.
El próximo
paso cronológicamente hablando debería ser restituir la republica, es lo que
tocaría, pero esta vez si esto ocurre así no creo que España pueda sobrevivir
mas tal y como ha estado constituida hasta ahora, porque ante la posibilidad de
romper con el sistema de estado actual, es evidente que España se va a romper,
catalanes por un lado, vascos por otro, andaluces por el suyo, etc. esto sería
así no tengo la menor duda, con lo que sin darnos cuenta estaríamos otra vez
emulando a 1936 llamando a gritos a otra nueva dictadura, porque los españoles
de derechas del centro de la corte del reino, no admitirían perder el poder
económico y real que se han montado desde los siglos de los siglos amen.
Creo que el
PP ya ha hecho estas cuentas y antes de la herida está poniendo el remedio “su
remedio” hoy España está gobernada claramente por dos dictaduras la de la
mayoría del PP internamente y la de la de los mercados internacionales desde el
exterior, pero esta situación no salvará a España, no lo duden, ni el PP va a
cambiar las estructuras reales de la economía española, sencillamente porque no
puede, no sabe, y no le interesa, ni los mercados europeos en este caso, van a
arriesgar más por un país y una economía que saben también que no hay por donde
cogerla.
Estaremos
dando vueltas y bandazos unos pocos años más, quizás dos o tres, pero en este
periodo nada cambiara, y me temo llegaran nuevas elecciones y hoy dudo que haya
nadie que dé al pueblo, a la sociedad, la idea, la ilusión aunque fuese, de que
algo va a cambiar, llegados a este punto creo que España se puede romper o peor
todavía, ante la falta de alternativa creíble, se cree una situación de atasco
político y económico que la lleve al suicidio colectivo, dicho de otra forma,
veamos una nación que fue un imperio, morir aplastada por su propia incredulidad
de ver que hace tiempo que dilapido su
grandeza.
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