La objetividad de los políticos en Europa está completamente fuera de la
lógica, el asunto es muy grave porque no se reacciona, no saben hacerlo o no
pueden hacerlo, esta es la cuestión cuando no están preocupados por sus propios
intereses, están frenados por los de otros, de hecho este es uno de los
problemas, demasiados y variados intereses. Pero recorramos un poco la historia
que ha cambiado todo el sistema político y económico occidental
El 11 de septiembre de 2001 la sociedad occidental se derrumba a la vez
que las torres gemelas de Nueva York, en ese día se pierde la seguridad, la
confianza en un sistema que hasta la fecha parecía fuera de toda duda, y queda
maltrecho por la acción de “unos terroristas” que se aprovechan de la propia
soberbia e inoperancia de la seguridad estatal oficial de los EEUU. Qué duda
cabe que era y es la capital de la civilización Occidental.
En el 2008, el 15 de septiembre, la misma sociedad y esta vez también el
resto de occidente, asiste atónita a la estafa económica más grande jamás
perpetrada en occidente. Ve con pavor como la economía de los EEUU también se
derrumba, víctima de un atentado realizado esta vez desde dentro, sin
terroristas externos, sino de una estafa orquestada por sus propias
organizaciones financieras.
Las mismas que hasta entonces se habían significado por marcar el camino
a seguir por toda la economía del mundo occidental, sus agencias de rating, sus
grandes bancos de inversiones, quedan retratados como los más terribles
terroristas económicos del planeta, y a imagen y semejanza de los asesinos de
las torres gemelas, hunden y destruyen la economía occidental.
Lo malo estaba por venir, las dos acciones se suman y occidente se atasca
totalmente, se pierde la objetividad para razonar y la calma para actuar y se
desmadran en acciones y reacciones sin orden ni sentido, occidente está tocado
de muerte y en lugar de reaccionar intentando lanzarse hacia adelante, la
reacción es todo lo contrario se tira hacia atrás, y retrocede en todos los
ámbitos. Entre tanto y aprovechando esta situación, las otras potencias
emergentes del mundo, hacen todo lo contrario avanzan y van ocupando los huecos
que la economía y la sociedad occidental ocupaba hasta entonces.
El efecto del miedo ocasionado por el ataque terrorista y económico en el
mismo centro del mundo, frena absolutamente la sensación de libertad y de
sentirse los más fuertes y seguros del mundo, irrumpe el miedo a moverse
libremente, surgen las precauciones más peregrinas y exageradas que solo se les
ocurren a una sociedad asustada y temerosa, la economía el dinero la fuerza
vital que hacia funcionar todo, sensible como lo que más ante lo que ve se
esconde, los políticos y los gobiernos
se quedan sin razones y sin recursos, y no se les ocurre otra salida que
iniciar una de las acciones más temidas, la recesión, y la vida de la economía
occidental se detiene y todavía más, da marcha atrás convencida de que ha
estallado una guerra imposible de ganar y que sin embargo no se puede perder.
Estos acontecimientos y sus consecuencias se han extendido por toda la
sociedad occidental, y lo peor del caso es que sus efectos donde se han
multiplicado de forma exponencial ha sido en la sociedad y las naciones
europeas, la repercusión del “terrorismo financiero” americano se traslada a Europa, ocasionando
rápidamente la caída de la economía de
Europa, los europeos no hemos sabido actuar independientemente, ni siquiera
viendo como se nos estafaba sin escrúpulos, así hemos visto como se nos
derrumbaban los esquemas financieros, como se nos degradaba nuestra
credibilidad y nuestra solvencia, por hechos de los que no éramos culpables
directos, hemos sido incapaces de reaccionar.
Nosotros que habíamos creado un gran sueño, como el de crear una gran
economía y sociedad unida, una Unión Europea completa, en vez de seguir nuestro
camino siguiendo nuestras directrices y nuestra iniciativa, nos hundimos
también y empezamos a crear problemas donde no los había. Esta realidad, es la
que hay que combatir lo antes posible, acabemos ya de una vez de reproches y
recriminaciones y pongámonos todos a proteger nuestra economía no la alemana o
la griega o la española, la EUROPEA.
Pongámonos de acuerdo de una vez para crear un plan de choque y de
recuperación, de refinanciar los bancos, de protegernos de las devaluaciones de
las que somos víctimas y preocupémonos de lo único que hará que Europa salga a
flote de nuevo, devolvamos la confianza y el trabajo a la sociedad europea. Es
la única manera que podrá salvar las economías europeas, la única que podrá
aumentar la productividad europea, la única que podrá aumentar el consumo, la
única que podrá reactivar la confianza en las políticas y en los políticos.
Tras poner en marcha los recursos para mejorar la macroeconomía y
refinanciados los bancos, refinanciemos a la sociedad, pongamos dinero en
circulación para que se abran las líneas de crédito, a la industria y al
consumo. Y como ya he reclamado otras veces si hay que fabricar euros
hagámoslo, no debe asustarnos la devaluación de nuestra moneda, es mucho peor
la depresión de nuestra economía real y todavía más la de nuestra sociedad.
Pero todo esto no puede estar pendiente de situaciones particulares que
obligan a frenarlo todo a la espera de lo que va a pasar en este u otro país de
la unión, hay que separar las políticas
generales europeas de las nacionales, porque si no saldremos del desbarajuste
económico que hemos creado, hay que entender que la realidad que hoy vemos y nos
asusta ya estaba, ha estado desde siempre, desde que se creó la Unión Europea,
Francia era Francia, Alemania era Alemania, y Grecia era Grecia, con los mismos
atributos económico financieros que hoy se han delatado y nos asustan y nos
conducen al despropósito de la depresión económica.
La razón de que no se hayan destapado estas diferencias hasta hace un par de años no es que no
estuviesen, sino que no importaban porque había una economía feliz y
despreocupada para todos, no nos hemos vuelto locos ahora, nos habíamos vuelto
locos hace 25 años atrás, pero no importaba había para todos, los problemas
actuales no se pueden intentar arreglar como si de golpe nos hubiese picado un
mosquito y nos hubiese inoculado una alergia.
Hay que plantear una solución en base a la idea de relativizar y reconstruir las economías existentes en la europa del
euro básicamente. Ni todos podemos ser Alemania ni Alemania puede ser España
pongo por ejemplo, pero lo que no puede ser es que por esta misma razón, España
se derrumbe y arrastre a todos los demás incluida Alemania
Si esto no lo hacemos, no solo no salvaremos la economía del euro, sino
que al final nos enterrara a todos bajo la miseria más absoluta, son
conscientes nuestros políticos y economistas que ya hay sociedades en un punto
de miseria de no retorno, saben lo que significa llegar a tener millones de
excluidos sociales en todos los países de europa, esto es la ruina total,
déjense de deudas y déficits, recapitalicen a los bancos, y contrólenlos, para
que con el dinero inyectado, dar crédito en Europa para invertir en la
reactivación de la industria y el consumo privado.
Esto debe hacerse repito con euros nuevos, porque si los bancos se
recapitalizan a base de endeudarse con el BCE, con el dinero retirado a los
países y sus sociedades a base de recortes y reducciones salvajes, ningún banco
lo pondrá a disposición de unas
sociedades y a unos países en la más absoluta de las miserias. Porqué las
economías chinas o asiáticas van a invertir, aquí y arriesgar en unos países cuya
sociedad no consume y vive en la miseria, de seguir así lo lógico es que una
vez la economía financiera este según ustedes reflotada, a la vista de lo que
se van a encontrar en el entorno natural, hasta el propio capital europeo se
vaya a invertir y sacar beneficios fuera de nuestras fronteras.
Este es el futuro que han estado labrando los políticos europeos, el próximo
mes debemos sustituirlos e introducir otros nuevos preocupémonos de conocerlos
de entender que quieren hacer que nos van a plantear que grado de europeísmo tienen
yo por el contrario serán simplemente unos destacados agentes de los gobiernos
nacionales de los socios europeos necesitamos políticos que salven a la
sociedad europea de la miseria en la que la está entrando, o no habrán servido
de nada todos los sacrificios y las
formulas de salvaguardar una economía ruinosa que es lo que están aconsejando
desde los intereses y realidades de otros.
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