Mariano Rajoy no se cansa de repetir que ha ofrecido al presidente de la Generalidad, Artur Mas diálogo y le ha pedido a cambio "lealtad institucional" y "respeto al marco jurídico", pero eso es muy poco Sr. Rajoy, no por la magnificencia de las frases y promesas, sino porque ya son viejas y pasadas de tiempo en la realidad actual, también se alude a los compromisos de "atender al interés general de los españoles y, por ello, de todos los catalanes". El cinismo es total, no se ha enterado Rajoy que muchos catalanes no queremos ser sus españoles, por lo tanto no nos defiende obligándonos a serlo, si no que nos está atacando tan difícil es entenderlo.
la situación que se ha creado en este país es de difícil solución, esto cualquiera puede entenderlo, pero lo que parece que usted y el gobierno del PP no entiende, es que repitiendo lo que desde Catalunya se quiere dejar atrás, no se va a arreglar nada, hoy creo que muchos catalanes están ya convencidos de que España no quiere hablar de referéndum ni de consulta popular ni de nada que suene a libertad de opinión, y esto es sencillamente porque no puede prescindir de los impuestos de Catalunya. El problema es ese y no el que nos queramos ir, esto es ya tan claro que todas las vueltas que le da el gobierno central para justificar sus negativas son sinceramente estúpidas.
La cuestión es endiabladamente compleja porque la secesión nos presenta dos grandes problemas: Uno para España y otro para Catalunya, y que en el fondo es el mismo, es decir la supervivencia económica de ambos países por separado. España sin Catalunya retrocedería a niveles de inestabilidad económica que posiblemente pondría en jaque a su propia viabilidad financiera y posiblemente su permanencia en la UE, esta realidad, la obliga a mantener su posición de dominio sobre el territorio catalán, déjense de amores patrios, de legalidades y de que juntos somos más fuertes. Contéstense a mismos, si Catalunya fuese una región pobre que no fuese contribuyente neta a las arcas del tesoro español, seguro que los amores y deseos de unidad serian muchos menos.
Por otro lado Catalunya tiene en la actualidad tal influencia sobre la economía de España, que esta situación también la perjudica enormemente, porque si bien esta claro que el amor patrio no nos liga, el negocio si, y esto la vida enseña que a veces es más fuerte que el amor, en un ya imposible referéndum sobre la independencia nos encontraríamos que la sociedad catalana tendría muchas dudas, porque precisamente muchos de los recursos económicos que la hacen tan fuerte que España no puede prescindir de ella, son los que a su vez, hacen que muchos catalanes piensen que tampoco puedan prescindir de España.
Y está es la verdadera realidad, déjense de amores y deseos de unidad, la verdad es que hasta ahora no veía capaz al oligárquico capitalismo catalán, de entender que hay otros mercados, ni entender que deberían jugársela, pero hoy ya es diferente porque hoy el futuro de España no es nada seguro, yo les diría a estos empresarios tan españoles que solo tienen que ver lo que hacen las grandes empresas de carácter y accionariado español, todas ellas se están posicionando fuera del país porque tienen muy claro que ya no hay futuro económico en España con o sin Catalunya. Así a los ya no tan reticentes empresarios catalanes les digo que su futuro está aquí y en su expansión al exterior, considerando el exterior en este caso al vecino español.
Queremos ser independientes ya se lo hemos dicho, pero quizás hace falta
que Catalunya “compre su independencia” quizás habría que presentar números y
presupuestos de estado y de mercado, al gobierno de España en base a proponer
unas relaciones de colaboración económica que no la deje huérfana del todo de
la aportación catalana a cambio de unas relaciones comerciales o de otras colaboraciones,
porque hasta que ellos no vean sus cuentas claras y seguras, no lo dude no van
a jugársela con Catalunya ni por amor, ni por patriotismo. Dicho mas crudamente
Catalunya debe explicar cuánto está dispuesta a pagar y cómo pagara su
independencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario