Se acaba el día de los difuntos,
curiosa tradición no tengo nada en su contra pero no la comparto, yo no quiero ir
a recordar un cuerpo sin vida, sin alma, sin nada, que dar ni recibir. Prefiero
recordar todo aquello que me dio y le di cuando era un ser con alma y amor a
raudales.
Qué sentido tiene ir a cuidar una
piedra que esconde unos despojos orgánicos que no son nada, que no son reflejo
de tu ser recordado y querido, no tiene para mi ningún sentido, cuantos seres
queridos se han perdido y se perderán a lo largo de los siglos y de las vidas
humanas. Y cuando el hecho acontece, que profundo dolor, que desesperación, que
solitud te queda, por eso me imagino que mucha gente encuentra sosiego y
tranquilidad espiritual yendo a visitar y adecentar un mausoleo, que durante el
resto del año está allí marchitándose.
Yo no siento esa vocación, porque
tengo vivos los recuerdos de la persona amada, porque si bien es cierto que ya
no tengo su cuerpo, si noto que tengo su amor cerca de mí, lo mantengo vivo, me
gusta recordar los momentos más bellos y también los más amargos que de todo
hay en la vida, recuerdo nuestra casi niñez porque fue entonces cuando nos
conocimos, recuerdo el primer beso robado y ruboroso, y el acto reflejo
inmediato de mirar alrededor por si nos había visto alguien, recuerdo el día de
nuestra boda, el inicio oficial de nuestra vida en común, y recuerdo todos y
cada uno de los años que pasamos juntos que fueron muchos.
Porque tengo que guardar culto a una
losa, si la tengo a ella en mi mente, en mis sueños, y además tengo el fruto
vivo de nuestro amor nuestra hija a mi
lado, yo no quiero visitar una tumba, no hay nada allí guardado que sea mío, yo
lo guarde dentro de mí, en mi cerebro en mi corazón, y cada día un momento u
otro, cuando quiero sentirla a mi lado, solo tengo que abrir la puerta de mis
pensamientos y allí está, viva natural reviviendo
todos los momentos que quiero revivir.
Yo no quiero sentir nada frente a una
piedra, no quiero limpiar polvo y cambiar flores marchitas por otras frescas
solo por un día, tengo siempre fresco mi sentimiento de amor y el suyo, yo me
he guardado su ser etéreo junto al mío y viven en mi cuerpo juntos los dos, no
se por cuánto tiempo, ni sé si siempre
podre tener la lucidez de mantenerlos vivos a los dos, pero hace más de tres
años que lo consigo y si dios me da fuerzas, los mantendré hasta que un día la
vida decida que nos juntemos los dos en no sé donde, para toda la eternidad. Amor
mío un beso y hasta luego.
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