sábado, 5 de noviembre de 2011

Más daño que la deuda, lo hacen el pánico y la desconfianza



Mal camino ha tomado la situación en la Europa del Euro, en solo 48 horas hemos pasado de la esperanza, al pánico y a la desconfianza entre nosotros mismos, esto no puede continuar así, si no se rompe esta tendencia adiós euro y adiós Unión Europea, Grecia se deshace en un mar de dudas económicas y políticas,  y ha arrastrado con ella  a la propia euro zona y a Italia. El pasado G20 no soluciono nada, sino todo lo contrario, y hoy nos debatimos entre un país sin saber que camino debe tomar, otro que oculta la realidad de su situación, que no cree en su gobernante pero que tampoco sabe qué hacer, y ya por ultimo hoy una de los lideres que hasta hoy representaban la esperanza y el orden, se declara derrotada por completo y augura que no hay solución para Europa durante los diez próximos años.

Las opiniones de la canciller Merkel, son reflejo de la derrota más completa, se le nota en su ánimo, la desconfianza en sus propias fuerzas y la desconfianza en las de los compañeros de viaje, "casi todos los grandes países europeos han gastado durante años, mucho más de lo que han ingresado" a manifestado hoy, esto no es nuevo, esto es el diagnostico de la enfermedad aguda que padecemos desde hace ya más de un año, y que efectivamente nos hemos ido contaminando desde hace posiblemente diez años atrás.



Pero no se puede afrontar esta situación con una visión de tal pesimismo, Merkel no puede hacer pública esta reflexión, de hecho no debería ni de pensarla, porque lo que ha dicho causa pánico y desasosiego a la sociedad y a los gobiernos de los países del euro grupo,  madre mía ustedes están dispuestos a aguantar diez años en estas circunstancias, yo desde luego no, esta opinión da la razón a Grecia a Italia y a los mercados internacionales, de que el euro está muerto, por lo que quizás sí que mejor abandonar el barco lo antes posible y no luchar más por él.

Merkel está diciendo que ella no vera la solución del euro grupo, porque ella no estará diez años al frente de Alemania, así que en estas circunstancias si ella no cree en que va a ver la solución del problema, mejor sería que dimitiese y deje su sitio a los gobernantes que crean que van a solucionar el futuro de Europa muchísimo antes.

Merkel ha quedado tan tocada, que manifiesta como única solucion la importancia de la normativa constitucional que prohíbe asumir nuevos créditos por encima de un límite estipulado, y subrayó que "por eso también es tan importante que Alemania cuente con un freno a la deuda". Que deuda tiene Alemania, quien engaña a quien, porque los mercados no opinan esto, de lo contrario la deuda alemana, no seria refugio de las cantidades ingentes de euros que acuden a resguardarse a la espera de que pase la tormenta. Y prosigue con su estado de ánimo "Por eso hemos decidido ahora que todos los países de la zona del euro se impongan un freno a la deuda similar", y subrayó que "si a Europa no le va bien, a Alemania tampoco le irá bien".

No así no y mil veces no, el pasado viernes se trataba de pedir en el G20, ayuda y responsabilidad mundial para la reactivación de la economía real, de la producción, del consumo, para remontar el estancamiento que las medidas de choque anti deuda provocan en todo el mundo, y no pudo ser, el G20 fue un fracaso total al respecto porque la situación política de Europa lo desarmo, lo dejo temblando, y salió casi huyendo como el que huye de un apestado.

Ante esta realidad lo último que debemos hacer, es darles la razón y reconocer que efectivamente no hay nada que hacer, ni que invertir, ni que colaborar, hasta dentro de diez años, que es lo que les está confirmando nada menos que la locomotora que debería sacar a Europa del barrizal en que se encuentra hundiéndose día a día. Por ello hay que hacer todo lo contrario, empezar por poner en orden las cosas en la política Europea, y a la vez hacer cumplir las medidas de contención en la economía pública de los estados,  y urgente y en paralelo las estructuras de gobierno europeas, el BCE, los bancos centrales, y la responsabilidad de los empresarios y magnates europeos, tienen que reactivar la producción, el consumo privado, y los créditos, una cosa es la contención del gasto público, y otra muy distinta es que esto contenga la economía privada y de mercado.

Lo he dicho en un artículo hace pocos días, los presupuestos y la economía de los estados no debe mezclarse con la economía de mercado, eso se consigue no gastando más de lo que se ingresa ya sea por vía fiscal, como por recursos públicos, el estado no deben endeudarse, solo financiar sus necesidades de liquidez, y esto debe estar controladísimo y diría que incluso fuera del control directo de los propios gobiernos, es decir supervisado y autorizado por una figura externa dependiente del BCE o una organización parecida.

Pero la economía privada, debe galopar a sus anchas lo más deprisa posible, si los mercados están seguros de que no se producirán defaults en la economía pública  de las naciones europeas, y que la deuda actual no se aumentará, si no que se irá reduciendo, el dinero fluirá de nuevo y la reactivación será un hecho, en pocos meses, en diez meses diría yo, y no en diez años como augura la Merkel, por favor Sarkozy ayúdame a cambiar la actitud de la canciller o  lo tenemos perdido del todo.

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