domingo, 19 de junio de 2011

LA DEMOCRACIA IGUALA DERECHOS NO RIQUEZAS

Porque ahora, la democracia que ha servido para hacer avanzar a la sociedad hasta límites increíbles hace tan solo 100 años, se ha vuelto imperfecta, y ahora los peores enemigos de la propia democracia, son precisamente la libertad y la sociedad, que la han amparado y defendido a muerte en muchos casos y circunstancias.

Mi diagnostico es muy claro, la libertad y los derechos humanos que conlleva la democracia, se están mal interpretando, y se han convertido poco a poco de justos a injustos, según la situación básicamente económica de cada grupo de la sociedad interviniente. Frases celebres como “Todos los hombres son iguales ante la ley” se reinterpretan ahora como “todos los hombres tienen que tener lo mismo que el más rico del  lugar” y eso no es la democracia, la democracia para bien o para mal, lo que si permite, es que cualquiera pueda ser el más rico del lugar. Si lo consigue por su esfuerzo, saber, o suerte, será defendido de su derecho por la propia democracia, de lo contrario si lo consigue por medio de delitos, de robo, estafa o malversación, etc. La misma democracia facilita el modo y la forma de castigo.

He escrito ya varias veces que la democracia debería recomponerse, porque si bien su esencia es la correcta, ya hacen falta nuevos matices e interpretaciones de los derechos y las libertades de la sociedad, y cuando digo sociedad me refiero a toda la sociedad incluidos los políticos y los gobernantes. Porque veamos, la democracia da derechos, por ejemplo: al trabajo remunerado y no esclavizado, a la libertad de expresión. Pero la democracia no es una factoría, que pueda emplear a personas, es necesaria la intervención de la sociedad para dar cumplimiento a este derecho garantizado por ley. La libertad de expresión, si pero la democracia no tiene precisamente ninguna expresión prefijada, lo que quiere decir la democracia es que tan libre es la de uno, como la del otro, no se puede coaccionar e imponer, mi idea sobre la tuya como sea, actuando fuera de los cauces establecidos por la ley con la excusa de una libertad garantizada.

Nosotros la sociedad democrática, tenemos a nuestra disposición todos los derechos que nos hemos otorgado, pero no nos los hemos dado, he aquí la diferencia, los tenemos que ganar día a día y usando las propias armas de la democracia, libertad y justicia, y con los instrumentos que también nos hemos dotado, las leyes, la constitución ley de leyes expresamente constituida por el pueblo para impartir y regular la justa convivencia el orden y la ley.

Si como ahora está pasando rompemos las normas rompemos también la democracia, y entonces vale todo es así de sencillo, no hay excusa, no me sirve que me digan que no hay derecho a que no tenga trabajo, a que me recorten el bienestar, a que me agobie la banca etc. Aunque todo esto es cierto, y tenemos que luchar contra esta situación y claro que tenemos que forzar que se arregle, pero con la presión política, por los cauces de la legalidad.  Hace tres o cuatro años nadie protestaba ni se manifestaba por que le daban demasiado crédito, o por lo fácil que le resultaba comprar una casa y revenderla y ganar un buen fajo de billetes de golpe, entonces si era buena la democracia, los bancos y el gobierno.

Así no se juega, hay que ser consecuente, con los actos de cada uno, la sociedad te ayuda a completar tu estatus, tu ser pero no te exime de tu propio yo y de tu buen juicio y comportamiento, no rompamos la democracia podemos pagarlo muy caro, yo creo que este es el mal que mucha parte de la sociedad actual,  no sabe lo que es vivir sin democracia. Y esto también va para los gobernantes y políticos actuales sois unos ineptos unos egoístas, ególatras y  unos cobardes, que no os atrevéis a afrontar con la dignidad propia del ser humano, que se ha equivocado de todas todas, del que ha perjudicado a su sociedad casi de manera irreversible para muchos años, y queréis seguir pasando de puntillas por encima de la situación no tomáis ninguna decisión porque ni podéis ni sabéis, en esta realidad lo digno, lo admirable, seria decir me equivoqué, no supe ver lo que ha venido, perdón y aquí está mi dimisión irrevocable y volvamos a empezar.   

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